Otras 100 toneladas de mango se pierden en Bahía Honda
Escenas similares se repiten en diferentes puntos de la geografía nacional ante la desidia de los funcionarios estatales
La Habana/Otras 100 toneladas de mango se han echado a perder, esta vez en el municipio de Bahía Honda, Artemisa, por falta de transporte para acarrear el producto desde los campos. Las tierras de Los Mingolitos vivieron el esplendor de una cosecha abundante hasta que los frutos “comenzaron a pudrirse" porque las autoridades encargadas de la recolección no fueron a buscarlos, según publica el periódico local El Artemiseño.
El periodista Joel Mayor Lorán narra la escena de unas 600 cajas cargadas de mango que a mediados de junio esperaban por los vehículos para ser trasladadas hacia los centros de distribución. Con el paso de los días, las frutas se fueron pudriendo sin que pudieran ser vendidas a remate en los mercados más cercanos.
El reportero recordó la campaña impulsada por Raúl Castro para incentivar la siembra de frutas en Cuba, “un sueño realmente imprescindible, pues un país tropical no podía renunciar al sabor y colorido de los frutales de antaño”, precisa.
El periodista Joel Mayor Lorán narra la escena de unas 600 cajas cargadas de mango que a mediados de junio esperaban por los vehículos para ser trasladadas hacia los centros de distribución
A finales del pasado año se anunció un proyecto con la cooperación del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) y la embajada de Canadá en Cuba para lograr incrementos de entre un 10 y un 30% en las producciones de guayaba, mango y fruta bomba. La iniciativa beneficia a 80 empresas en cinco municipios de las provincias de Artemisa y Santiago de Cuba.
En medio de ese impulso “cada municipio habría de contar con al menos una finca dedicada a ese objetivo”, comentó a El Artemiseño Liván González, un agricultor local. “Nosotros cultivábamos caña; no obstante, nos seleccionaron e indicaron las variedades [de mangos]: la Tommy Atkins, Super Haden y los llamados Calabaza y la Paz”.
El campesino cuenta que el año pasado la industria estatal de conservas de Batabanó hizo un contrato con los productores de la zona para comprarles toda la cosecha, pero “no asimilaron ni la décima parte” y en los campos se echaron a perder “unas 900 cajas de mangos”.
Este año, los agricultores volvieron a invertir en la compra de “unas 5.000 plantas (a 20 CUP la postura)”, aclara González. A lo que se le suma el esfuerzo de labrar la tierra y el pago a los obreros agrícolas.
“Cuando Acopio te dice que las tumbes porque vendrán a recogerlas, si no vienen se pudren”
Acopio, la intermediaria estatal que se encarga de gestionar el traslado de la mayor parte de los productos desde los campos hacia las industrias y los mercados, es el blanco de las críticas de González. “Cuando Acopio te dice que las tumbes porque vendrán a recogerlas, si no vienen se pudren”.
Recientemente, la prensa oficial reveló que en la vecina Pinar del Río se vencieron unas 1.445 toneladas de pulpa de mango y guayaba producidas entre 2015 y 2016 en la fábrica estatal La Conchita. El deterioro del producto, a causa de un mal almacenamiento, ocasionó daños por más de 2,2 millones de pesos, según el diario Granma.
El rotativo agregó que la cantidad de pulpa que se deterioró era “suficiente para llenar una piscina o para darle 1,2 litros a cada habitante de Pinar del Río”. Tras el incidente, la directiva de la fábrica tuvo que vender 1.475 toneladas de pulpa pertenecientes a la cosecha de 2017 a otras entidades para disminuir las cantidades almacenadas en sus naves.
La cantidad de pulpa que se deterioró era “suficiente para llenar una piscina o para darle 1,2 litros a cada habitante de Pinar del Río”
A mediados de 2017 más de 2.600 toneladas de mango se perdieron en los campos de Guantánamo por falta de envases y por las averías en las plantas procesadoras. Una cantidad que representó más de la tercera parte de las 6.794 toneladas de mango que el Estado contrató a los productores de la zona.
En contraste con estas pérdidas, las familias con niños pequeños de Pinar del Río y Artemisa han vivido meses de carestía de las compotas infantiles, un producto muy solicitado. Distribuido por el mercado racionado bajo la marca Osito, el producto con un precio de 0,25 CUP la caja de unos 200 ml, "está perdido", dicen los lugareños.
A través del sistema de racionamiento, en los municipios rurales se distribuyen tres envases mensuales de compota para infantes de entre cero y tres años, mientras que en La Habana pueden llegar a 12. El argumento oficial para explicar esta diferencia es que los residentes en estas localidades pueden adquirir las frutas directamente con los productores.
Muchos padres de los niños afectados por el desabastecimiento han optado por preparar las compotas, según confirmaron a este diario residentes en los municipios artemiseños de Candelaria, Caimito y Guanajay. Sin embargo, las intensas lluvias de las últimas semanas han complicado el suministro de frutas en los mercados de la zona y el acceso a los campos.
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