El tráfico de mercancías ha caído en Cuba a niveles nunca vistos en 20 años

Madrid/No solo son alarmantes las cifras del transporte de turistas, publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei) el lunes, el mismo día que difundió los preocupantes datos de inversión. También lo son las del movimiento de mercancías. Estas cayeron un 19%, de las 57.541.900 toneladas de 2023 a las 46.608.900 de 2024.

La bajada más dramática la experimentó el transporte marítimo internacional, que pasó de 100 millones de toneladas en 2023 a 62,3 el año pasado, casi un 40% menos. De igual manera descendió el movimiento internacional de mercancías por avión: un 23,4% menos, de las 3.200.000 toneladas de 2023 a las 2.400.000 toneladas de 2024.

Tanto el movimiento de mercancías en ferrocarril como en avión, en general, disminuyeron casi un 21%: respectivamente, de 5.016.600 de toneladas en 2023 a 3.954.500 en 2024, y de 3.400.000 toneladas a 2.700.000. En cuanto al transporte por carretera, experimentó un descenso de casi el 20%, de 48.627.200 en 2023 a 39.237.400 el pasado año.

Para varios especialistas entrevistados por Reuters, es una señal más de la “profunda crisis económica” que la Isla no tiene manera de remontar. Así Ricardo Torres, quien declaró a la agencia británica que recuerda que “el transporte de mercancías es el pulso de una economía”.

"El transporte de mercancías es el pulso de una economía"

Economista cubano en la American University en Washington, Torres asegura que el tráfico de mercancías ha caído a niveles nunca vistos en 20 años, y que esto se refleja en la fuerte disminución en la producción de azúcar y alimentos, así como el transporte de combustible y materiales de construcción.

Reuters también recoge la opinión del economista Omar Everleny Pérez, residente en La Habana, para quien estima una caída del producto interno bruto (PIB) –aún no comunicada por las autoridades– “de al menos otro 4%”.

En cuanto a la movilidad de pasajeros, el mismo anuario ratificaba las consecuencias de la falta de inversión: cayó casi un 13%. Uno de los desplomes más dramáticos, que constata una vez más el derrumbe del sector más mimado por el Gobierno, es el del transporte en ómnibus de turismo: de 21,6 millones de viajes a 9,9 millones, un 54%. 

No es menor este dato, que el economista cubano residente en EE UU considera “un indicador visible de la crisis estructural”. Y sentenciaba: “En 2024 se transportaron 40% menos pasajeros que hace 19 años. Ese retroceso es incompatible con una sociedad moderna y no se vislumbra una solución”.

Los datos de inversión, en efecto, no invitan al optimismo, con un gasto 14 mayor en turismo –incluyendo la construcción de hoteles– que en otros rubros vitales, como la agricultura: un 37,4% frente al 2,7% del total.

El gasto en turismo se traduce en 36.843,8 millones de pesos (unos 1.535 millones de dólares, al cambio oficial de 1 x 24), al sumar los dos conceptos en que se reparte el sector: servicios empresariales e inmobiliarios y alquiler (24.907 millones de pesos, 1.037 millones de dólares), y hoteles y restaurantes (11.936 millones de pesos o 497 millones de dólares). 

En cambio, se dedicaron apenas 2.671 millones de pesos (111,2 millones de dólares) a la agricultura, ganadería, silvicultura, aunque si se suma la pesca (638 millones de pesos o 27 millones de dólares) el porcentaje aumenta del 2,7% al 3,4%, un cálculo generoso con la voluntad del Gobierno si se tiene en cuenta que los mejores rendimientos del sector pesquero van a parar a la exportación o, en menor parte, al consumo nacional en dólares.