Trampolín para palomas
La Habana/Un breve paseo por las calles de La Habana basta para ver la pasión que provoca el cuidado de palomas entre jóvenes y adolescentes. Las jaulas y los comederos con granos de chícharos y maíz –como el que se ve en la foto– se encuentran por todas partes. Muchos vecinos de edificios multifamiliares se quejan porque "los muchachos han llenado la azotea de palomares" y las autoridades médicas alertan sobre las enfermedades que puede transmitir la cría intensiva de esta ave.
Buchonas, mensajeras y marroquíes son algunos de los tipos que más abundan, con tonalidades que van desde el gris y el azul hasta el ahumado y el blanco. El robo de palomas también está a la orden del día y uno de estos animales puede convertirse en moneda de cambio en innumerables transacciones. Una paloma bien cuidada y hermosa cuesta hasta tres días de salario.