El fracaso de las transacciones electrónicas en Cuba: solo el 5% de las bodegas estatales lo hacen
La población se queja de que la norma se está violando y no se hace nada por evitarlo
Madrid/"En nuestro país, cada nueva resolución está condenada a ser violada antes de implementarse, generalmente por inoperancia de los encargados de hacerla cumplir". Es uno de los más de cien comentarios que han motivado entre los lectores de la prensa oficial los resultados de la encuesta que, en días precedentes, se ha hecho en Cubadebate sobre la puesta en marcha de la normativa que obliga a ofrecer a los clientes el pago a través de cualquier medio electrónico.
El 1 de febrero de este año era el día en que todos los negocios debían tener disponibles estas formas de pago, so pena de la suspensión de su licencia, pero en la realidad nada de esto se cumple y las autoridades, insisten los usuarios, no hacen nada para solucionarlo.
"Hice una queja hace más de un mes por el incumplimiento de la norma en el Coppelia y la hice al sitio de la Presidencia", protesta un lector. "¿Qué protección tienen los consumidores realmente cuando ni el Gobierno es serio con las quejas de los ciudadanos al respecto? ¡Más de un mes! y nadie se ha preocupado por dar respuesta".
Los comentarios dan vida a lo que relata la nota, escrita después de comprobar, con los votos de la encuesta, que las empresas privadas rara vez cumplen con las disposiciones, aunque la situación en las estatales no es mucho mejor
Los comentarios dan vida a lo que relata la nota, escrita después de comprobar, con los votos de la encuesta, que las empresas privadas rara vez cumplen con las disposiciones, aunque la situación en las estatales no es mucho mejor. Según los resultados de la encuesta online –en la que participaron 2.839 personas–, en ambos sectores hay dificultades para pagar electrónicamente (67%), aunque un 23% cree que hay más en mipymes y un 10% que es peor en los comercios del Estado.
El 80% de los votantes consideraron que no se cumple la normativa, aprobada el pasado agosto como parte del proceso de bancarización que buscaba reducir la cantidad de movimientos en efectivo ante la falta de billetes de moneda nacional y, a la vez, reducir el flujo de operaciones informales. De las 1.825 personas que respondieron a si las pasarelas se pueden usar correctamente en los lugares donde existen, el 63% dijo que no.
Los lectores también fueron consultados por su método de pago preferido, ganando con fuerza Transfermóvil (62%), seguido de EnZona (19%) y el código QR (12%). El POS (terminal de pago con tarjeta) es el menos utilizado, con solo un 7%. En cuanto a los servicios donde mejor funciona –y, por tanto, más se usa– el canal electrónico, la electricidad (35%) y la telefonía (33%) son, de lejos, los que ganan. Le siguen el gas (10%) y otros servicios (7%), pero la situación empeora cuando se llega al comercio, donde más hincapié se hizo.
La compra de alimentos y las bodegas se pagan de forma electrónica en un 5% de las ocasiones, mientras que en restaurantes la cifra baja al 4% y en las panaderías es nula (0%).
El artículo de Cubadebate cita también a foristas que participaron en el debate abierto por el medio al respecto. La mayoría de los elegidos señalan a los privados como responsables de la situación, aunque no se exime de responsabilidad a unos funcionarios contra los que arrojan acusaciones de corrupción.
"No dan la opción de pagar por transferencia y, cuando indago, me dicen que ellos resuelven con los inspectores", expone un comentarista citado. Entre las barreras más comunes que esgrimen los privados a la hora de aceptar un pago con transferencia está la exigencia de un valor mínimo de compra, pero también la ineficiencia de las administraciones a la hora de proveer de los mecanismos.
En el momento de pagar, los dependientes le dijeron que no contaban con código QR, pues lo habían solicitado hace más de un mes y aún no estaba disponible
"Un lector identificado como Arael, por otra parte, se refiere al servicio de un establecimiento ubicado en 26 y 15, en El Vedado capitalino, a donde acudió días atrás. En el momento de pagar, los dependientes le dijeron que no contaban con código QR, pues lo habían solicitado hace más de un mes y aún no estaba disponible. 'Para mayor sorpresa, me dijeron que el pago era en efectivo, pero no aceptaban billetes menores de 100 pesos", dijo el usuario.
La falta de visibilidad del QR también es uno de los obstáculos, ya sea porque realmente da error o porque los empleados lo intentan ocultar para que el cliente acabe desistiendo del pago online. A estas trabas se une la adelantada por tantos ciudadanos sobre los problemas de conectividad que sufre la Isla entera, incluida La Habana, que es la más avanzada en este aspecto. Esta situación provoca confusiones que los compradores intentan evitar pagando en efectivo, ya que no es raro que la conexión se interrumpa en medio de la operación, quedando en duda si se ha completado o no la transferencia y propiciando impagos o, todo lo contrario, pagos duplicados.
A la situación habría que añadir que hay un grupo significativo de cubanos, especialmente entre las personas de la tercera edad que no tienen un móvil inteligente o se resisten a usar uno por las complejidades que significa para ellos esta nueva tecnología. Contar con un lector de QR, manejar aplicaciones como EnZona y Transfermóvil siguen pareciendo un territorio lleno de incógnitas para muchos. A lo que se suma que el costo de los dispositivos que soportan estas herramientas, resulta inalcanzable para el bolsillo de un jubilado que no reciba remesas.
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