Los talleres financiados por Francia rehabilitarán las locomotoras chinas en Cuba

Madrid/La Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC) tiene 81 locomotoras chinas, de las que apenas puede utilizar 25. Las demás están paradas por falta de mantenimiento y reparación. La información aparece sepultada al final de un artículo en el diario Granma en el que se habla del camino a la modernización de este medio de transporte, cuya renovación se ha anunciado numerosas veces sin que la cuestión prospere.

En esta ocasión, los talleres son el epicentro de la transformación, un proyecto que debe durar cuatro años, según las previsiones. Las locomotoras chinas, de hecho, obligan también a acometer reformas, "pues es una tecnología con características diferentes a las que existían", señala Enrique Valdés Abreu, que está al frente de este proyecto iniciado en marzo de 2022 con el apoyo de la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD).

El organismo, que está presente en Cuba desde 2016, tiene cinco proyectos actualmente en el país: fomento del desarrollo rural, mejorar los servicios de agua y saneamiento, impulsar las energías renovables y modernizar las infraestructuras de salud pública y de transporte. Su inversión hasta la fecha en todas estas áreas asciende a 16,2 millones de euros.

La Agencia Francesa para el Desarrollo, que está presente en Cuba desde 2016, tiene cinco proyectos actualmente en el país

Las anteriores reformas del sistema ferroviario cubano contaban con grandes inversiones de Rusia y China, pero la primera suspendió su apoyo a uno de los proyectos, a finales de 2020, por la acumulación de incumplimientos por la parte cubana. Este lunes, Granma vuelve a recuperar a los rusos al anunciar que está en marcha un proceso de inversión con la empresa Sinara para reparar en el taller habanero de Ciénaga las locomotoras chinas.

Valdés Abreu dijo que ya se ha avanzado en la parte estructural y hay parte de su tecnología en el país.

En octubre de 2022, la UFC y la china Beijing Fanglian Technology firmaron "dos cartas de intención para la recuperación paulatina de parte de la infraestructura ferroviaria", un acuerdo que incluía como prioridad la rehabilitación de los talleres.

Mayor peso tienen las modernizaciones de los talleres de Luyanó (en el municipio de Diez de Octubre), incendiados el pasado diciembre, y San Luis (Santiago de Cuba). Ambos fueron construidos en la década de 1970 y su nivel de deterioro es muy avanzado, como no podía ser de otra manera al tratarse de instalaciones con medio siglo y carentes de mantenimiento.

En el caso del taller ubicado en La Habana fue necesario, dijo Valdés Abreu, "hacer una reparación a la nave de mantenimiento, desde el punto de vista estructural y de iluminación, cuando llegaron las locomotoras chinas, que fueron la primera remesa de un total de 240 máquinas. Según el directivo, se debe acondicionar la instalación para que haya cinco trenes a diario saliendo hacia el interior del país.

En Luyanó deberá construirse una nueva nave de 200 metros para el mantenimiento de la tecnología y la parte francesa se encargará de mitigar los efectos contaminantes de las producciones de este taller, uno de los objetivos de la AFD, que instalará equipos de tratamiento de aguas residuales que permitan limpiarla y aprovecharla, uno de los cuales ya está en activo. La planta contará también con paneles solares que deberían abastecer a todo el emplazamiento y, además, aportar energía al Sistema Eléctrico Nacional.

Habrá otra nave de nueva creación para concentrar las actividades dispersas en la actualidad, mientras que las áreas que hay en mal estado hoy por hoy serán demolidas

Habrá otra nave de nueva creación para concentrar las actividades dispersas en la actualidad, mientras que las áreas que hay en mal estado hoy por hoy serán demolidas, una vez se recuperen todos los materiales que se puedan reutilizar.

Parte de este proyecto implicará la formación de los trabajadores que deberán adaptarse a la nueva tecnología de los fabricantes. Valdés Abreu explicó que esto generará oportunidades laborales para los ingenieros de transporte y los tecnológicos ferroviarios, justo en un momento en que la Isla busca retener talento sin lograrlo, debido a los bajos salarios del sector estatal, que se unen a las malas condiciones de vida del país, caldo de cultivo idóneo para que los jóvenes cualificados busquen oportunidades fuera de la Isla.

En cuanto al taller de San Luis, se ocupará igualmente del mantenimiento de las locomotoras chinas en distintos niveles de especialización. En su caso no serán tan necesarias las obras de nueva construcción, ya que las condiciones estructurales al menos son óptimas, lo que reduce el costo de inversión.

Esta planta, en el oriente del país, acogerá una zona piloto para comenzar las operaciones, una propuesta de la parte francesa, que ha instado a que la adaptación sea gradual, comenzando por la que ha avanzado más en la modernización.

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