Las tres naves rusas de la Flota del Báltico llegan discretamente a La Habana
A diferencia de lo que ocurrió en junio con la fragata 'Gorshkov', el buque-escuela 'Smólny' y sus dos acompañantes no se pasearon desafiantes cerca de las costas de EE UU
La Habana/La llegada del buque-escuela ruso Smólny, seguido por otras dos naves de la Flota del Báltico –el patrullero Neustrahimiy y el petrolero Yelnya– sorprendió este sábado a los juerguistas de la noche anterior que dormitaban en el Malecón de La Habana. En el horizonte, neblinoso por el humo de la patana turca conectada en Tallapiedra, aparecieron las tres siluetas a las 8:30 am.
Junto a pescadores y curiosos, en el Malecón esperaban fotógrafos. Varios militares vigilaban el movimiento de los barcos, apostados en la pequeña muralla del castillo de La Punta, que marca la entrada de la bahía.
El buque-escuela Smolny, el primero que entró a la bahía, disparó varias salvas. Minutos después arribó el patrullero Neustrahimiy, cuyo casco, lleno de parches y abolladuras, recordó al mal estado en que entró a La Habana el submarino de propulsión nuclear Kazan, semanas antes.
Los marinos fueron recibidos por una delegación de militares cubanos y diplomáticos rusos, entre los que no estaba el embajador Viktor Koronelli. En los alrededores había, como es habitual, una fuerte vigilancia policial. El contralmirante Oleg G. Gúrinov, comandante del destacamento naval ruso que arribó este sábado a La Habana, agradeció a las autoridades cubanas la oportunidad de hacer escala en la Isla, de acuerdo con la agencia Prensa Latina. A su llegada, lo esperaban la encargada de negocios de la embajada de Rusia en Cuba, Ana V. Kosenkova, y el jefe del departamento de navegaciones y operaciones de la Marina de Guerra, Alberto Vázquez.
En el Smólny viajan 240 guardiamarinas, estudiantes de los centros de enseñanza de la Marina de Guerra rusa, que durante el viaje reciben adiestramiento especializado, sobre todo lo referido al sistema de navegación.
Los tres buques estarán en Cuba hasta el 30 de julio, luego de que sus marinos hayan cumplido un “programa” del que han dado pocos detalles las autoridades cubanas. Se podrá subir al casco del Smólny el domingo 28 y el lunes 29. Es la segunda vez en poco más de un mes que una flotilla rusa visita la capital de la Isla.