El tribunal de Mayabeque confirma en apelación las penas de cárcel por gritar "Díaz-Canel singao"

La Habana/Los hermanos Nadir y Jorge Martín Perdomo, condenados a seis y ocho años de prisión tras las protestas antigubernamentales del 11 de julio en San José de las Lajas, han visto desestimada la apelación que presentaron ante el Tribunal Provincial de Mayabeque, informó Radio Televisión Martí.

El abogado de los hermanos, Reynel Gustavo Brito, había afirmado en el escrito del recurso que en ambos casos "se hace evidente la parcialidad del tribunal al desacreditar los medios probatorios de defensa con argumentos superfluos sin confrontarlos con otras pruebas". Además, el letrado expresaba que la sentencia "resulta severa sin correspondencia con los adecuados antecedentes de conducta que le obran acreditados a los inculpados".

Los hermanos Martín Perdomo fueron condenados el pasado 8 de febrero por atentado, desacato y desórdenes públicos. La Fiscalía había pedido para cada uno de ellos dos años menos de los que finalmente recibieron, pero los familiares fueron tajantes en su opinión al considerar "una aberración" la sentencia, que no se podía "celebrar ni agradecer"

La Fiscalía había pedido para cada uno de ellos dos años menos de los que finalmente recibieron, pero los familiares fueron tajantes en su opinión al considerar "una aberración" la sentencia

"Esta sentencia es la culminación de una obra teatral totalmente absurda, irrespetuosa, humillante", dijo a este diario una prima de los jóvenes, Betty Guerra Perdomo. "Todo lo que ha pasado con el caso de mis primos desde el principio es una aberración hasta este momento, no quiero decir que es el final porque me aferro a la esperanza de que con fuerza y lucha podemos cambiarlo".

Nadir y Jorge fueron detenidos el 17 de julio tras haber salido a la calle a protestar el domingo anterior, como miles de cubanos, contra el Gobierno, la falta de libertades y la catástrofe económica, aumentada por la pandemia. Según la sentencia, a la que tuvo acceso 14ymedio, ambos "decidieron burlar" las medidas dictadas por el Ministerio de Salud Pública para limitar los contagios de covid-19 y se incorporaron "a una aglomeración de personas" en la calle 54 de San José de las Lajas.

A aquella marcha, según el documento, se sumaron muchos otros "al llamado de los encausados" y "asidos de calderos, objetos de metal y los claxon de los motociclos creaban enormes ruidos, los cuales pusieron en alerta a los vecinos" dando comienzo a comportamientos de "total irrespeto", como corear "con euforia" palabras "soeces y vulgares" como "policías pinga" y "Díaz-Canel singao", junto con "patria y vida", además de hacer "burdos reclamos a los comisionados protectores del lugar" y arrebatarle una bandera cubana por un momento a un agente que participaba en una contramanifestación gubernamental.

Lo más llamativo de la sentencia es que se llegaba a señalar que las protestas escalaron hasta llegar al lanzamiento de piedras "sin que los implicados hermanos Martín Perdomo se tuvieran como partícipes en estos episodios". Pese a ello, ambos fueron condenados a varios años de prisión y sus alegaciones no han sido tomadas en cuenta.

"Sigo creyendo que cada día que han pasado ahí es un año de vida robado violentamente y, por tanto, la lucha va a ser por la libertad completa", dijo su prima tras el juicio.

"Para llegar hasta allá tengo que pagar un carro que me cuesta 1.500 pesos. El chofer, por consideración a nosotros, me deja el viaje en 1.200 o 1.300 pesos. Pero tengo que viajar dos veces, porque están separados"

Además, los hermanos han sido separados, yendo a parar Nadir a Melena del Sur y Jorge a Quivicán, situadas a 30 y 35 kilómetros de la vivienda familiar, un añadido al drama para sus familiares. "Me separaron de mis hijos diciendo una mentira tan grande como que Nadir había pedido separarse de su hermano. Voy a quejarme con el jefe de las prisiones para pedir que estén juntos de nuevo porque la situación económica está difícil y no es fácil pagar carros para dos lugares distintos", dijo Marta, madre de ambos.

"Para llegar hasta allá tengo que pagar un carro que me cuesta 1.500 pesos. El chofer, por consideración a nosotros, me deja el viaje en 1.200 o 1.300 pesos. Pero tengo que viajar dos veces, porque están separados", contó Perdomo.

La madre había adelantado el resultado de la apelación, cuando manifestó que era consciente de que, aunque sabía que el recurso sería "prácticamente por gusto", estaría dispuesta a hacer todos los trámites pertinentes, incluso entregar "cartas a Díaz-Canel por las torturas que le hicieron a Nadir".

"Voy a seguir pidiendo libertad mientras que me corra sangre por las venas", añadió. "Están jugando con nosotros pero yo tengo que seguir luchando por mis hijos".

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