El Uber cubano, una de las pocas cosas que funcionan en medio del caos
Se llama La Nave, es caro, puntual, seguro y un buen negocio para los choferes
La Habana/Marco y Liudmila beben una cerveza fría mientras miran la larga fila de personas que intentan atrapar un taxi colectivo en las cercanías de L y 23 en El Vedado, La Habana. La pareja no se preocupa. En cuanto terminen la bebida, ella sacará el móvil, dará un par de clics y un vehículo vendrá a recogerlos. En medio de una ciudad casi paralizada por la falta de combustible, la aplicación La Nave mueve a esos clientes que pueden desembolsar sus altos precios.
"La uso desde hace más de un año y nunca me ha fallado, algo raro en este país donde cuando no es un problema es el otro", cuenta Liudmila a 14ymedio. "Me enteré por un amigo que vino de visita desde el extranjero y me habló de La Nave, yo ni sabía que esto existía, pero él había leído sobre el servicio en un foro de internet y los días que se pasó aquí la usó todo el tiempo".
El también conocido como "Uber cubano", debido a sus similitudes con la popular empresa estadounidense proveedora de movilidad en numerosos países, atrae a clientes que quieren transportarse con eficiencia y están dispuestos a pagar unas tarifas que pueden multiplicar, varias veces, los precios de los almendrones pero que pueden ser, por momentos, más económicas que las de otros taxis privados. Para los conductores también tiene muchos atractivos, entre los que están mejores ganancias y mayor seguridad.
"Tiene muchas ventajas y se gana bien, aunque hay que darle el 20% a la agencia, pero me da negocio"
"Llevo dos años y medio trabajando con La Nave y no quiero volver a botear por mi cuenta porque es un poco peligroso ahora estar recogiendo pasaje en la calle sin saber muy bien quién es la persona, a dónde va", explica a este diario un conductor que este domingo respondió a una solicitud que partía desde Cojímar, en La Habana del Este, hasta las cercanías del hotel Neptuno, en Playa.
"Tiene muchas ventajas y se gana bien, aunque hay que darle el 20% a la agencia, pero me da negocio, hay días que hago hasta 20.000 pesos descontando lo que tengo que darle a la gerencia", explica. "No hago viajes al aeropuerto ni salgo a provincia, pero llevo pasajeros a cualquier otro lugar".
Con su Lada de color rojo intenso, el joven chofer recibe con una sonrisa a los clientes, dos cubanoamericanos, y pone rumbo hacia su destino mientras en la pantalla de su móvil un GPS, adjunto a la aplicación, lo va guiando por las calles de la ciudad. Al final del trayecto y según la distancia recorrida, el viajero conocerá el monto total a pagar aunque desde el inicio La Nave le muestra un estimado.
En la pantalla del móvil, al contratar el servicio, se puede elegir entre diferentes vehículos que van desde una motocicleta, pasando por un auto básico, hasta otros con mayor capacidad o mejores condiciones. "Lujo, lo que es lujo, no hay, pero se pueden pedir carros con mayor confort y aire acondicionado, por ejemplo", explica el conductor a sus clientes, aún sorprendidos por la rapidez con que fueron recogidos tras solicitar el traslado.
El auto llega a su destino, la factura supera los 3.000 pesos, el salario promedio mensual de un trabajador cubano. Uno de los jóvenes entrega tres billetes con el rostro de Julio Antonio Mella. "No me tire la puerta cuando salga", le advierte el conductor que, casi de inmediato, recibe el anuncio de otra carrera a través de la aplicación. "Buenas tardes, Norge, soy su chofer y voy a recogerlo, estoy a tres minutos", explica en una llamada. Al acabar el día habrá repetido el ciclo una decena de veces.
Por 100 dólares pagados de forma electrónica, la cuenta del cliente se recarga esta semana con 35.200 pesos
Para quienes tienen familiares en el extranjero o cuentan con una tarjeta bancaria Visa o Mastercard, el proceso de pago puede simplificarse comprando un fondo online. Por 100 dólares pagados de forma electrónica, la cuenta del cliente se recarga esta semana con 35.200 pesos, por encima incluso de la tasa del mercado informal que este septiembre se ha estabilizado en 320 CUP por dólar.
"El fondo que tiene que depositar el chofer para empezar a recibir carreras a través de la app también se puede pagar así y ahora debe ser como mínimo de 10.000 pesos, a mi me los pone mi hermano que vive en España", explica una conductora que con su Skoda de fabricación checa lleva inscrita como chofer en La Nave hace más de un año. "Como mujer me resulta más seguro trabajar así porque desde que el cliente solicita el viaje ya tengo una idea de quién es y para dónde va. No hay sorpresas ni sustos".
Otro servicio similar, la Agencia René, en lugar de una aplicación utiliza los servicios de mensajería instantánea de Telegram y WhatsApp para interactuar con sus clientes. Leandro, de 49 años y dedicado a la importación de mercancía desde Panamá para revender en el mercado informal de la Isla, es uno de sus clientes asiduos.
"Siempre voy con la Agencia René al aeropuerto porque son muy serios. Normalmente salgo en el vuelo de Copa Airlines de las seis de la madrugada porque me resulta más barato, así que necesito un taxi de madrugada y con ellos me siento seguro de que van a venir y no voy a tener ningún tropiezo", explica a este diario.
"Ahora mismo la situación es un poco complicada porque lanzaron una auditoría y ya La Nave no tiene una sede física en Cuba"
Cada vez que Leandro tiene fecha de vuelo, contrata a través de Telegram el traslado, detallando cuántos pasajeros viajarán, la nacionalidad de cada uno, si llevan equipaje y en qué moneda prefiere pagar. "La última vez, hace unos días, me costó 6.500 pesos el viaje desde La Víbora hasta la terminal tres del aeropuerto, 500 pesos más que lo que pagué a finales de julio", asegura.
En la flota de autos de la Agencia René hay numerosos taxis que son arrendados por sus choferes al Estado. De color amarillo y factura moderna, los vehículos fueron una vez la flotilla de taxis destinados, fundamentalmente, a los turistas que llegaban a la Isla. Sin embargo, la caída en el número de visitantes ha empujado a sus conductores, cada vez más, a aceptar clientes nacionales.
Heriberto, de 55 años, es uno de estos choferes que pasó de trabajar en una base estatal a arrendar un Citroën estatal y laborar con una agencia privada. "Hago servicio lo mismo con La Nave que con la Agencia René", explica a 14ymedio. "Ahora mismo la situación es un poco complicada porque lanzaron una auditoría y ya La Nave no tiene una sede física en Cuba", asegura. "Antes había una oficina y allí uno iba a inscribirse, con su licencia operativa, para poder dar servicio, especialmente los viajes al aeropuerto".
El conductor detalla que "una auditoría en esa sede y los constantes problemas con los bancos en Cuba, han hecho que ahora la aplicación se esté operando desde el extranjero". En el caso de la Agencia René: "También les dieron su susto con una auditoría y tuvieron que cerrar unos días, pero ya están funcionando otra vez, aunque todo lo hacen por los caminos digitales".
Para Heriberto "la crisis del combustible ha complicado todo". En su opinión "hay choferes que están dejando de cubrir una ruta con su almendrón para meterse en esto de las aplicaciones de transporte porque están más cómodos y ganan más". Eso "se nota en la cantidad de carros que hay disponibles para algunos tramos y, claro, deja fuera a todos esos clientes que ahora pagan 200 o 300 por un recorrido y no pueden darse el lujo de pagar 2.000 o 3.000".
Liudmila y Marco todavía tienen en su boca el sabor de la cerveza cuando ya el auto que los movió desde las proximidades de la esquina de L y 23 los deja frente a su casa en el Casino Deportivo. Nada más llegar, la mujer valora en La Nave al conductor con todas las estrellas posibles de un buen servicio. "Ha sido un viaje cómodo y rápido, increíble que esto siga funcionando en este país donde nada funciona".