A la Ubre Blanca de Fidel Castro le salió una competidora de más de una tonelada en Brasil

La Habana/Su nombre completo es Viatina-19 FIV Mara Movéis. Es brasileña, pesa 1.100 kilogramos y tiene una cuenta de Instagram. En un concurso ganadero en Texas se la declaró Miss Sudamérica. La vaca más cara del mundo –acaban de subastarla por cuatro millones de dólares– ya supera en fama y atención mediática a una de sus más célebres “abuelas” históricas, la cubana Ubre Blanca. 

Ubre Blanca, que fue sacrificada a la edad de 14 años –con un sentido obituario a página completa en Granma–, llegó a producir 109,5 litros de leche en un día y un total de 24.268 en 300 días (batió dos Récord Guinness). Viatina, por su parte, no es una gran lechera porque el objetivo de la crianza de su raza es dar carne. Lo que sí se paga, y muy caro, son sus óvulos, que se venden a 250.000 dólares. 

Fidel Castro hizo de la crianza de Ubre Blanca una causa política. El rendimiento de la vaca era, para la propaganda cubana de los años 80, la “prueba” de la superioridad de la ganadería comunista. Los méritos de la brasileña, subrayan sus dueños, pueden expresarse en dólares y su entrada al libro de los Guinness se produjo en virtud de su tamaño y su precio. 

El rendimiento de la vaca era, para la propaganda cubana de los años 80, la “prueba” de la superioridad de la ganadería comunista

A nivel estético, Ubre Blanca –un cruce entre cebú y Holstein– fue descrita como “una belleza del ganado vacuno, de color blanco y negro, orejas largas, anchas y un cuerpo esbelto”. Viatina, cuyo pelaje es de un blanco impoluto, no solo ha sido reconocida en concursos por su peso sino que triunfó en lo que se considera una “versión bovina de Miss Universo”, la competencia internacional Forth Worth, en Texas, según la agencia de noticias AP. 

Ambas vacas son protagonistas del sector de acuerdo a su tiempo. Castro no perdió pie ni pisada de Ubre Blanca y se tomó varias fotos con ella, además de exhibirla ante numerosas delegaciones oficiales de países extranjeros. Viatina tiene 1.518 seguidores en Instagram y cientos de empresarios, estudiantes y directivos han acudido a la finca donde vive, para contemplar a la mole de más de una tonelada. Además, un equipo veterinario la atiende las 24 horas del día y tiene un guardaespaldas armado que la custodia. 

Los abusos productivos de Castro le costaron la vida a la vaca estrella del comunismo. La necesidad de producir cada vez más leche y las modificaciones de su cuerpo tras cada uno de sus tres partos provocaron que su famosa “ubre” se agotara y distendiera casi dos metros en 1985, tras parir al ternero Camarco-Tropical. Poco después la sometieron a un agresivo tratamiento hormonal para obtener sus óvulos, lo cual empeoró un tumor de piel que padecía. La sacrificaron en un centro de estudios de Mayabeque. 

El proceso para disecar a Ubre Blanca –también se le levantó una estatua en Isla de la Juventud– se realizó con tanto fervor por parte de las autoridades que el conocido cineasta Enrique Colina, en el documental que le dedicó en 2013, comparó el suceso con los sepelios de Lenin y Mao, además de con las momias del Antiguo Egipto. En esto también Viatina tiene un punto en común con la vaca cubana: uno de sus antepasados, el toro Karvardi, que llegó a Brasil procedente de la India en 1963, fue envuelto tras su muerte en ropas tradicionales indias y embalsamado, no sin antes congelar su semen. 

Las vacas como Viatina, caracterizadas por su capacidad para ganar peso en poco tiempo –las matan más rápido para aprovechar su carne–, son para algunos expertos el futuro de la industria. Brasil ha intentado –como quiso Castro en su tiempo– clonar a Viatiana y a animales similares. No han tenido éxito en todos los casos y está por ver si los clones de Viatina, que nacerán dentro de algunos meses, sobrevivirán. 

Para algunos ganaderos estadounidenses que han visitado a Viatina, un rebaño de vacas como ella sería una abominación. Es el caso de Gran Vassberg, un ganadero tejano que califica a las vacas como Viatina de “monstruos creados por el hombre” y “venenos para la industria”, puesto que su alimentación y mantenimiento son muy costosos. De hecho, fue más radical. “En mi opinión”, dijo, “necesita una bala en la cabeza”. 

Mientras los establos de Brasil reúnen a 230 millones de vacas, en los de Cuba, diezmados por el hurto y sacrificio ilegal, quedan oficialmente menos de tres millones

Como sucedió antaño con los dirigentes cubanos, Viatina es cuestión de importancia nacional para Brasil y su propio presidente, Luis Inácio Lula da Silva, ha subrayado que el tema ganadero está entre sus prioridades de Gobierno. Rodeada de científicos, políticos y escépticos, Viatina lleva la vida de vedette ganadera que, en su momento, disfrutó Ubre Blanca. 

No obstante, la diferencia más radical entre la cubana y la brasileña es la situación en que se encuentra hoy –a casi 40 años de que se sacrificara a Ubre Blanca– la población ganadera de sus respectivos países. Mientras los establos de Brasil reúnen a 230 millones de vacas, en los de Cuba, diezmados por el hurto y sacrificio ilegal, quedan oficialmente menos de tres millones, ni la mitad de lo que había en los años 50, antes de la llegada al poder de Fidel Castro.