El último recurso de una protesta

La Habana/Los vecinos de una céntrica calle en La Habana Vieja agotaron todos los caminos para arreglar un salidero de aguas albañales. Durante semanas se han sucedido las quejas en las Asambleas de Rendición de Cuentas del Poder Popular, los reportes en el policlínico y las cartas dirigidas a la empresa de Aguas de La Habana; pero el agujero sigue ahí.

El último recurso al que han apelado los desesperados vecinos ha sido dar a conocer su inquietud a través del propio hueco. Sobre un cartón y escrito a mano, un ingenioso reclamo hace que la rotura se exprese en primera persona: "Hasta cuándo voy a estar así. Llevo más de tres meses así y nadie hace nada. Hará (falta) un muerto para resolver este problema".

La iniciativa resulta inusual en un país donde mostrar un cartel con demandas puede ser el camino más corto al calabozo, pero el texto ha logrado sobrevivir varios días en medio del bullicio cotidiano, gracias a que mezcla el desespero y la desconfianza ciudadana con ese humor que relaja tensiones y que hace sonreír tanto en una sala de maternidad como en una funeraria.