Ni tan nuevos ni tan útiles, los ferrobuses vuelven a la prensa oficial cubana

La Habana/Con parte de tren y otra de ómnibus, los ferrobuses fabricados en Cuba son la nueva alternativa para moverse entre municipios. Sin embargo, la medida, que busca aliviar los problemas del transporte en la Isla, no es tan novedosa como anuncia la prensa oficial y apenas podrá representar un pequeño alivio en medio de la profunda crisis de transporte que atraviesa la Isla.

"El ferrobus es el hijo pobre del coche motor", sentencia Juan Carlos Linares, El Bolo, ayudante de maquinista por más de 20 años en la Unión de Ferrocarriles de Cuba (UFC) y retirado hace una década. "Lo mismo pasó cuando el Período Especial, que se acondicionaron guaguas para que sirvieran de transporte entre municipios", recuerda el jubilado.

Ahora, las autoridades ferroviarias anuncian un nuevo híbrido con carrocería de ómnibus Yutong y Diana a los que se les acoplará la infraestructura necesaria para desplazarse por las vías férreas. "Estos equipos ya se aprobaron, están terminados y listos para su explotación", detalló a la televisión nacional Camilo Chávez Molina, director general de la Empresa de Talleres de la UFC.

El prototipo de ferrobús cubano permite trasladar 24 pasajeros sentados y 20 de pie, según el reporte transmitido en el noticiero estelar de este domingo. "La potencia de su motor podría admitir remolques para cargas ligeras. La experiencia abre la posibilidad de fabricar ferrobuses en Cuba a partir de la estructura de otros ómnibus", concluye.

"El ferrobus, hecho a partir de un ómnibus, puede solucionar un problema entre pequeños pueblos, pero su capacidad para mover pasajeros es muy baja"

"El ferrobus, hecho a partir de un ómnibus, puede solucionar un problema entre pequeños pueblos, pero su capacidad para mover pasajeros es muy baja y el desgaste que sufre un equipo así es mayor que el de otro que está construido desde el principio para estar sobre las líneas", apunta El Bolo. "Esta es una solución momentánea, una curita".

El ferroviario recuerda otras alternativas que también se han incorporado al ferrocarril cubano para aliviar las dificultades del transporte: "Vagones de carga a los que se les pusieron ventanas para mover a la gente, añadir filas de asientos para que quepan más personas y hasta cubículos reconvertidos para que el tren tenga más capacidad".

"Pero todo eso se paga luego en el taller y con años de explotación", reconoce el ferroviario. "Al tren tú lo puedes forzar, llenarlo, ponerle más vagones de los que lleva y va y sigue rodando, pero al final te va a durar menos. Si, además, ni siquiera está pensado para los traqueteos de las líneas, que no están en buen estado, como es el caso de estos ferrobuses, estamos hablando de algo que tendrá una vida útil muy corta".

Para el escritor Camilo Venegas Yero, que en su blog El Fogonero Venegas lleva un registro de las locomotoras en la Isla, existen pocas posibilidades de que los nuevos ferrobuses cambien la actual situación. "La única diferencia que pueden hacer es que transite ocasionalmente un vehículo por líneas que han permanecido inutilizadas por años. Pero sus servicios serán insignificantes, simbólicos", sentencia.

"El ferrocarril cubano está prácticamente paralizado, sus operaciones son mínimas, y eso se debe a muchos factores: desde falta de equipos tractivos y combustible hasta un cada vez peor estado de las vías y las infraestructuras en general", aclara Venegas Yero a 14ymedio. "Además de la destrucción de ese gran patrimonio tangible que es la red ferroviaria cubana, se ha perdido también un valiosísimo intangible: la cultura ferroviaria".

"De lo que sí estoy seguro es de que cuando dejen de funcionar no serán noticia, eso nunca saldría en el noticiero"

Esa pérdida, el escritor, residente en República Dominicana, la achaca a que el ferrocarril ha sido "administrado por militares, los ferroviarios fueron relegados, apartados y ninguneados", lo cual "ha tenido unas consecuencias dramáticas en el funcionamiento de este vital medio de transporte".

El ferrobus también tiene un primo más poderoso: el coche motor que ha jugado un papel fundamental en el transporte de pasajeros por ferrocarriles en la Isla. "Desde los míticos gas car Brill, hasta los Budd y los Fiat, tanto italianos como argentinos, que convirtieron la experiencia de viajar en tren en un auténtico lujo", recuerda Venegas Yero.

Fue en los años 70 del siglo pasado, en un pequeño taller de Placetas donde se ideó un vehículo, el Carahata, que es el antecedente directo de los ferrobuses. "Eran muy livianos, capaces de internarse en ramales en mal estado, pero el mal estado de aquella época era mucho mejor que el desastre de ahora", aclara.

Aunque el ferrobús puede resultar muy útil, tanto en zonas rurales como urbanas. El problema, señala Venegas Yero, "está en la real disponibilidad de esos equipos, del combustible para moverlos y de las vías que permitan su circulación. Dentro de La Habana había una amplia red ferroviaria que se ha ido deteriorando. Algunos tramos actualmente son intransitables, otros ya han desaparecido".

La durabilidad de esos equipos "es impredecible", advierte también el experto, que no les pronostica una larga vida útil: "De lo que sí estoy seguro es de que cuando dejen de funcionar no serán noticia, eso nunca saldría en el noticiero".

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