La Fiscalía pide 12 años de cárcel para la enfermera que vacunó a la niña Paloma Domínguez
La defensa considera aceptables entre cinco y siete años. En los próximos días se conocerá la sentencia
La Habana/Yaima Caballero, madre de la niña Paloma Domínguez, dio a conocer que se realizó este viernes el juicio a la enfermera que vacunó a su hija y tras lo cual la pequeña de tan solo un año falleció el 9 de octubre de 2019.
"Ya se le hizo el juicio a la enfermera que mató a Paloma, ella reconoció que hizo todo mal, aunque apenas dijo que estaba arrepentida y que lo sentía mucho porque se acogió al derecho a callar si lo desea...", publicó Caballero en su cuenta de Instagram.
"La fiscal le pide una sanción de 12 años de privación de libertad por homicidio y lesiones a otros niños", aseguró la madre, al informar que no tenía todos los detalles del juicio, aunque adelantó que el representante de la acusada no estuvo de acuerdo con la solicitud de la Fiscalía.
"Su abogado apeló porque dice que de cinco a siete años estaría bien, porque ella es la mejor enfermera del mundo. Tenemos que esperar seis días hábiles para ver qué dicen, esta pesadilla no acaba", dijo. "¿No tenía idea de cómo han cambiado las leyes, 12 años?, cuestionó la madre al concluir su mensaje en la red social.
La fiscal le pide una sanción de 12 años de privación de libertad por homicidio y lesiones a otros niños
El juicio fue programado en un inicio para el 14 de agosto pasado, pero quedó pospuesto por la situación sanitaria de La Habana tras el rebrote del nuevo coronavirus. "No puedo ir, sabes que si regreso no me dejarán salir", había dicho a 14ymedio la madre de la pequeña un mes antes de esa primera fecha.
Explicó que no iba a poder asistir porque no se encontraba en Cuba, sino en México. "Es muy complicado todo, qué más quisiera yo que estar ahí". Caballero confirmó que al tribunal iban a asistir varios de sus amigos además de sus padres, los abuelos de Paloma Domínguez, su hermano y las tías paternas.
En una reunión antes de salir de Cuba con las autoridades sanitarias, la Seguridad del Estado, presente en el encuentro, advirtió a la madre de que podía ir a prisión si persistía en hacer "acusaciones sin fundamento", contra la Salud Pública cubana. La situación la llevó a exiliarse junto a su marido en territorio mexicano.
La vida de Yaima Caballero dio un vuelco hace un año cuando llevó a su hija a ponerse la vacuna PRS (contra papera, rubéola y sarampión) al policlínico Enrique Betancourt Neninger, en Alamar, La Habana. Pocos días después, la pequeña falleció.
En una reunión antes de salir de Cuba con las autoridades sanitarias, la Seguridad del Estado, presente en el encuentro, advirtió a la madre de que podía ir a prisión si persistía en hacer "acusaciones sin fundamento", contra la Salud Pública cubana
"Me mataron a mi hija", fue su denuncia en las redes sociales desde el primer momento y luego también hizo pública su inconformidad con los resultados de la investigación que dio a conocer el Ministerio de Salud Pública un mes después del fallecimiento de Paloma y que apuntaron a una "mala manipulación" de la vacuna.
Según las autoridades sanitarias, la reacción severa que presentó la pequeña estuvo causada por "violaciones de las normas establecidas en la vacunación" y "negligencias durante el proceso de conservación, preparación, manipulación y exposición del bulbo utilizado".
De acuerdo a aquellos resultados de la investigación, la enfermera que vacunó a Paloma fue castigada con una medida de separación definitiva del Sistema Nacional de Salud, junto a la inhabilitación del ejercicio de la profesión y el proceso de instrucción penal.
Desde entonces, Caballero emprendió una batalla personal para que se investigara a conciencia lo ocurrido y no vuelva a pasar. Aunque nunca se quejó de la atención médica recibida por su hija, al contrario, agradeció a los médicos, no tardaron en llegar las represalias por alzar la voz.
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