El Estado vende comida a los damnificados

La Habana/Tras la devastación dejada por el tornado que impactó la noche del domingo en varios municipios habaneros, muchas de las familias afectadas no tienen nada para comer, ni dónde cocinar sus alimentos. Sin electricidad, conservar cualquier alimento es una ilusión y algunos han perdido hasta el último centavo de dinero en efectivo, aplastado bajo las ruinas de su casa.

En medio de ese escenario era de suponer, cabía esperar, que de manera inmediata el Estado creara las condiciones para entregar, de manera gratuita, alimentos cocinados a esas personas. Por el contrario, los comercios oficiales dispusieron la venta especial de huevos y galletas en sus mercados. Con “especial” no se hace referencia a una rebaja en el precio, sino al hecho dispensar productos virtualmente desaparecidos.

Algunas residentes del municipio de Regla, que hacían una larga cola para comprar huevos, se quejaban por la presencia de personas ajenas al barrio. "Seguro que les avisaron para revenderlos en La Habana", sospechaba una agobiada vecina que perdió el techo de su vivienda. "Sería el colmo", respondía otro.

Más allá de las suspicacias, lo que más parecía incomodar a los reglanos era la venta de alimentos. Quienes tenían aún algo de dinero comieron esa noche, los otros apelaron a un amigo o durmieron con la barriga vacía.

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