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Vestida de blanco, la actriz Aylín Zamora rinde homenaje al 11J en el barrio cubano de Miami

Rosa María Payá y Alex Otaola encabezan un acto contra la dictadura y por la liberación de los presos políticos

El traje blanco fue creado por el diseñador cubano Alberto Leal / 14ymedio
José Antonio García Molina

12 de julio 2024 - 19:08

Cerca de un centenar de personas se congregaron este jueves en los alrededores del popular restaurante Versailles, epicentro del exilio cubano en Miami, para reivindicar la libertad de los presos políticos y el fin del régimen con motivo del tercer aniversario de las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021. 

Entre los rostros más populares que se dieron cita ante el local estaban el influencer Alexander Otaola, organizador del acto, y la activista cubana Rosa María Payá, que expresó a 14ymedio el significado que ha adquirido esta fecha para Cuba. 

“Son tres años de las protestas masivas, que significaron un antes y un después en la movilización ciudadana”, indicó. A su juicio, el 11J no es más que el pistoletazo de salida a muchas otras pequeñas protestas que han ido surgiendo por toda la Isla en estos años por distintos motivos. “Las manifestaciones han ido en aumento, la crisis también ha ido en aumento y la intensidad de la represión es cada vez peor”, destacó la activista, que también subrayó que, “a pesar del hambre, a pesar del éxodo y a pesar de la violencia, los cubanos siguen demandando el cambio”.

“Algunos entendemos que la única manera de salir de la crisis es de salir de la dictadura”, resumió. Además, quiso destacar la importancia que tiene acompañar en un día como este a los cubanos que siguen dentro de la Isla, entre ellos José Daniel Ferrer, miembro también de CubaDecide, que sigue en prisión e incomunicado, mientras su familia reclama tener una prueba de vida. 

Una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre fue trasladada en la caja de una camioneta / 14ymedio

También dio Payá, a este diario, su visión de por qué había un lugar específico para la Virgen de la Caridad del Cobre, cuya efigie fue trasladada en la caja de una camioneta. “Es la madre de todos los cubanos, es madre para todos, y, por tanto, a los pies de la Virgen ponemos nuestros sueños, ponemos nuestras aspiraciones de libertad y ponemos también nuestra oración con los presos”, dijo.

La Iglesia estuvo muy presente en el acto, incluyendo a un sacerdote de la Católica Apostólica de Brasil –que posee una sede también en Miami– y que contó a este diario que su propósito era rendir homenaje a los sucesos del 11J y a quienes se sacrificaron ese día, además de alabar a la Virgen para que interceda por todo el pueblo cubano. 

Entre los carteles con los rostros y los nombres de los presos políticos, las banderas cubanas y los timbales, destacaba la actriz y activista Aylín Zamora, vestida con un traje blanco creado por el diseñador cubano Alberto Leal que, en la falda, llevaba escrito: “Soy la Dama de Blanco que cultiva la rosa blanca”, evocando a la vez a José Martí y al colectivo de mujeres opositoras Damas de Blanco, que acumula a estas alturas 92 domingos seguidos de represión desde que, en 2022, con el fin de las medidas por la pandemia, retomaron sus recorridos silenciosos a misa en reivindicación pacífica por los presos políticos cubanos. 

“Soy guantanamera libre que no se cansa de exigir todos los días la libertad y el fin de las injusticias en Cuba”, reivindicó la activista, que destacó su conocimiento cercano de la situación. “Soy hija de un represor, un agente de la Seguridad del Estado activo en Cuba, y soy una persona víctima, que viene huyendo del comunismo y, por conocerle la verdadera cara, exijo que por favor se tomen medidas drásticas con el comunismo”, reivindicó.

A su juicio, esta ideología está poniendo en peligro las democracias de todo el mundo y es fundamental su ilegalización. “Por tantas muertes, por tantas torturas, por tanto sacrificio, por divisiones en las familias, exijo que el comunismo se detenga ahora mismo y le exijo al mundo entero que está callando su boca que va a ser cómplice de cada sangre que se derrama todos los días en Cuba”, clamó. 

Los manifestantes cargaban con carteles que exigían la libertad de los presos políticos / 14ymedio

También entre los cacerolazos intentaba alzar su voz José Díaz, preso político y presidente del Movimiento Opositores por una Nueva República, además de delegado del Movimiento Democracia. Su denuncia se dirigía contra las autoridades en la Isla, a quienes acusó de haber impedido una cacerolada encarcelando a Mario Alberto Hernández Leyva, organizador de la protesta para este 11 de julio. 

“Le han dado tres golpizas. Lo prendieron en la calle y se lo llevaron a una prisión de máxima seguridad, la prisión 1580, que está en San Miguel del Padrón, pero desde aquí nosotros apoyamos a esos cubanos, con su deseo y sacrificio”, detalló. Díaz tuvo también un recuerdo no solo para los detenidos, víctimas de la violencia tras el llamado al combate de Díaz-Canel aquella jornada y los torturados en general, sino para una persona muy concreta: Diubis Laurencio Tejeda, que falleció víctima del disparo de un oficial hace hoy justo tres años, el 12 de julio, en el barrio habanero de La Güinera, en el municipio de Arroyo Naranjo.

A esa mención, se pidió, por él, un minuto de silencio. 

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