Vía libre para la represión en Cuba

La prensa independiente da la voz de alarma ante la detención arbitraria de dos periodistas

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Miguel Díaz-Canel, presidente designado de Cuba. / EFE
Maite Rico

15 de abril 2025 - 15:27

Madrid/Zoila Chávez tiene casi 85 años y vive en una casa de tablas en Encrucijada, un pueblo de la provincia cubana de Villa Clara. Tiene problemas circulatorios, piernas con llagas y camina con dificultad. La cuidaba su hijo, José Gabriel Barrenechea. Pero la policía del régimen lo detuvo en noviembre y Zoila lleva cinco meses en el desamparo.

Físico de formación, escritor por vocación, Barrenechea publicaba sus reflexiones en medios independientes y estaba en la mira del régimen. Se lo llevaron por protestar, junto a sus vecinos, por los apagones interminables que agudizan las penurias de los cubanos. Fue una marcha pacífica, como tantas otras que hubo por todo el país. Pero ya dijo Miguel Díaz-Canel, presidente a una barriga pegado, que no tolerará que nadie rompa “la tranquilidad ciudadana”.

En la prisión de La Pendiente, Barrenechea espera juicio por “propaganda contra el orden constitucional”, que puede suponer la pena de muerte

En la prisión de La Pendiente, Barrenechea espera juicio por “propaganda contra el orden constitucional”, que puede suponer la pena de muerte. Mientras, Zoila calienta agua en un hornillo de carbón, camina sujetándose a las paredes y fantasea con un viaje imposible hasta allá, para pedir que le devuelvan al hijo. “Es lo único que tengo”. Lo cuenta en un video difundido por la web Cubanet. Es un monólogo desgarrador, que fluye entre reflexiones, plegarias y una canción triste. “Cada noche le pido a Dios y la Virgen que me dejen amanecer. Solo quiero ver a Gabriel entrar por la puerta”.

No muy lejos de ahí, Yadiel Hernández, 33 años, diseñador, graduado en estudios teológicos y reportero independiente, está en prisión preventiva en el temible Combinado del Sur. Llevaba desaparecido desde su detención en enero, cuando investigaba para el digital independiente 14ymedio el tráfico de drogas en una escuela de Matanzas. Al régimen no le preocupa tanto el creciente consumo de estupefacientes en la isla como que se hable de ello. Sólo se sabe que fue interrogado durante semanas por la Seguridad del Estado y que le juzgarán por el mismo delito que a Barrenechea.

La represión no cede ni un milímetro en Cuba, donde, desde 2024, está muriendo una cantidad inusual de presos. Tampoco en Venezuela. Ni en Nicaragua. Hay que recordarlo ahora que las sacudidas geopolíticas han sacado a estos países del radar. En esta semana de promoción mediática de Rodríguez Zapatero, siniestro correveidile de dictadores, es esencial dar voz a quienes los combaten.

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Nota de la Redacción: Este texto se publicó originalmente en El Mundo y se reproduce con el permiso de la autora.

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