Vuelve el enalapril a las farmacias cubanas, pero solo está disponible el 70% de las dosis
De los 603 productos del tarjetón de Ciego de Ávila, han faltado 226 como promedio y 471 tuvieron cero o baja cobertura en el período de entre 15 y 30 días
Madrid/Ciego de Ávila ya tiene en sus farmacias uno de los medicamentos más recetados en la Isla y que, sin embargo, más falta: el antihipertensivo enalapril, que no se vendía desde, al menos, enero. La feliz noticia, publicada en el diario provincialInvasor, se agota en el segundo párrafo, cuando se aclara que “solo hay disponibilidad para cubrir el 70% de la dosis”.
Luis Orlando Rico Martell, jefe del Departamento de Medicamentos y Tecnologías en la Dirección General de Salud, dijo al medio que, dadas las limitaciones, el paciente podrá volver a los siete días de la compra a buscar la parte restante “si está disponible”, una opción plausible porque “no se han actualizado los tarjetones desde hace un buen tiempo y puede existir algún sobrante por emigración”, entre otras cosas.
Dulce María Fernández, directora general de la Empresa Provincial de Farmacias y Ópticas, también entrevistada para la ocasión, ofreció como alternativa salir de la zona, “aunque sea en otro municipio. Para ello debe presentar una nota de su farmacia, como evidencia”.
Dadas las limitaciones, el paciente podrá volver a los siete días de la compra a buscar la parte restante “si está disponible”
La falta del enalapril no es, ni mucho menos, la única. De los 603 productos que entran en el llamado tarjetón de la provincia –197 importados y 401 de producción nacional, dijo, aunque no suman– han faltado 226 como promedio. Además, 471 tuvieron cero o baja cobertura en el período de entre 15 y 30 días.
La peor situación se dio en 34 de los 84 productos de la tarjeta de control, los anticonceptivos, los tranquilizantes (de 23 faltaron 16) y los antibióticos (de 24, no hubo 17); todo ello consecuencia, afirmaron, de los “efectos de la actual crisis económica y el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba”, que llevaron la escasez a “niveles históricos”.
Sin embargo, tanto el enalapril como el captopril, algunos neurolépticos (antipsicóticos) y varios antibióticos han empezado este abril a regresar a las 98 farmacias de la provincia, sostuvo Fernández. La directiva detalló cómo debe proceder uno de estos establecimientos para proteger los productos.
“Cada unidad, el día que recibe la mercancía, debe contarla, revisarla y colocar el precio, así como determinar el porciento de dosis a cubrir, en dependencia de la cantidad disponible, y, en la jornada siguiente, procede a la venta; no sin antes comunicar a la población, factura en mano, los medicamentos en existencia y dejar en un lugar visible el listado, a modo de información”, puntualizó.
Pese a estar contando una catastrófica situación, Fernández habló del sistema como si funcionase cual reloj suizo, en el que los “encamados” cuyo cuidador no puede desplazarse a la farmacia reciben el medicamento por mensajería gratuita y los vulnerables tienen prioridad garantizada por su médico de la familia y el consejo popular.
La escasez ha llevado, sostiene Bárbara Mirabal Reyes, jefa de la Red de Farmacias de Ciego de Ávila, a elevar el consumo de productos naturales, que la funcionaria recomendó vivamente porque, al carecer de compuestos químicos, “pueden ser consumidos sin ningún riesgo por la población”.
Más complicado sería determinar si tendrán algún efecto beneficioso, aunque Mirabal no duda en afirmar –sin evidencia científica– que algunos de ellos “pueden sustituir medicamentos antivirales, sedantes, antihipertensivos, digestivos y diuréticos”. Entre ellos contó infusiones como el tilo, la pasiflora, la naranja o los papelillos de calabaza, además de manzanilla, flor de jamaica o cúrcuma. Hasta finales de marzo, dijo, se vendieron 1.159.976 frascos de este tipo de productos naturales.
La falta de medicamentos hipertensivos –en concreto el Enalapril, por ser el más prescrito– es un mal frecuente en Cuba, donde esta enfermedad tiene una elevada prevalencia (más del 30% de la población). Los especialistas y las asociaciones reguladoras de medicamentos han reiterado en numerosas ocasiones los riesgos de interrumpir un tratamiento de este tipo de fármacos salvo bajo estricta supervisión médica, ya que pueden provocar una descompensación de la presión arterial, con las graves consecuencias que implica.
Pero en las farmacias cubanas hace años que es imposible mantener la estabilidad de uno de estos tratamientos, empujando a la población a comprarlos en el mercado negro
Pero en las farmacias cubanas hace años que es imposible mantener la estabilidad de uno de estos tratamientos, empujando a la población a comprarlos en el mercado negro a un costo muy elevado y con la inseguridad potencial que puede conllevar su falta de autenticidad.
“El enalapril cubano sale aquí en 250 pesos el blíster y en Revolico entre 300 y 350 pesos”. ¿Y en la farmacia? “¡En la farmacia ni hablar! El enalapril está perdido”, contaba un habanero a 14ymedio el pasado fin de semana en el mercado conocido como La Cuevita, en San Miguel del Padrón, donde el surtido de medicamentos demandados es muy superior al de cualquier farmacia de la Isla.
A finales de marzo, la Aduana General de la República de Cuba informó de la detención de un viajero que intentaba introducir en la Isla 57.000 mil pastillas de enalapril, beneficiándose de la política de la libre importación de alimentos, medicamentos y productos de aseo, vigente desde 2021 y, si no se vuelve a renovar, hasta el 30 de junio de este año.
“Ese viajero no está haciendo daño a nadie, al contrario está salvando vidas, que en este país no hay y el que padece de la presión alta la compra el precio que sea necesario por tal de tenerla”, reaccionaba una usuaria a la noticia. Ni una sola de las reacciones a la información fue en sentido contrario.