Artistas cubanos y sus creaciones en la Feria de Miami
Miami/En materia de creatividad, los cubanos somos autoridad. Quizás por eso ha sido tan bien acogida la participación de una delegación de innovadores y artistas de la Isla en la tercera edición de Miami Mini Maker Faire, celebrada este fin de semana en la ciudad estadounidense.
La feria, que se autodefine como "un escaparate de la invención, la creatividad y el ingenio" es un encuentro anual entre creadores, que van desde ingenieros hasta amantes de la tecnología, y el público local.
"La feria me parece un éxito, además creo que la presencia de cubanos que vienen de la Isla es muy positiva. Cuba tiene mucha variedad y puede aportar mucho", comenta Marelys Vasconcelos, una joven cubanoamericana que no quiso perderse el evento.
Los cubanos a los que se refiere están en su mayoría vinculados a la Fábrica de Arte Cubano (FAC) creado y dirigido por el cantautor X Alfonso, un espacio artístico en El Fanguito, un barrio marginal de La Habana, que busca "rescatar, apoyar y promocionar todas las ramas del arte".
Junto a a X Alfonso están las diseñadoras Idania del Río y Leire Fernández, de Clandestina, Nelson Ponce, diseñador gráfico y cartelista; Raiko Valladares y José Antonio Villa, diseñadores industriales, los arquitectos Helson García Falcón y Ernesto Jiménez García, el diseñador industrial Gilberto Castañedo, la escultora Sofía Álvarez Ribeiro y el cineasta Inti Herrera.
"Cuba tiene mucha variedad y puede aportar mucho", comenta Marelys Vasconcelos, una joven cubanoamericana que no quiso perderse el evento
Para Herrera, productor ejecutivo de películas como Juan de los muertos y Viva Cuba, "Miami es un lugar muy interesante, donde están ocurriendo propuestas culturales que están un paso adelante. Es muy enriquecedor poder estar aquí". El cineasta explicó que la feria combina muy bien con la labor que llevan en la FAC. "Trabajamos con un concepto que trata de rescatar valores y de hacer una propuesta artística que tenga que ver mucho con Cuba, pero a la vez es una propuesta muy diversa, que incluye exposiciones de gente que no son propiamente cubanos, que viven en Cuba o pasan por ella", agregó.
"Tal vez Estados Unidos no nos necesite a nosotros, culturalmente hablando, pero podemos aportar más diversidad a las propuestas que ya existen acá. Uno de nuestros propósitos es interactuar, conocer lo que hacen en otras partes del mundo y buscar la posibilidad de crecer como artistas", dice.
Patricia Baloida, una escritora norteamericana de cuentos infantiles, presente en la feria destacó que está "fascinada" con la presencia de los cubanos. "Yo quiero ver lo que están haciendo en la Isla y quizás podemos tener un negocio con el país", aseguró.
Otro de los momentos más esperados fue el exitoso concierto de X Alfonso, con entrada libre, y la conferencia que ofreció para presentar su proyecto en La Habana. Aunque, según explicó, no desea crear "filiales" en otros sectores de la capital o el país, uno de sus principales retos es continuar consolidando los espacios ganados en el local de la antigua fábrica de aceite de maní que se ha convertido en una "pequeña ciudad de las artes". El músico negó que fuese objeto de censura alguna por parte de las autoridades. "Nadie nos censura nada, nadie pasa por allí a decir qué se puede poner o no, ni siquiera a chequear". Su principal reto, afirmó, es tratar de mejorar lo que han hecho. "Que no nos pidan el divorcio", bromeó.
Elaborando collares sobre una mesa improvisada, se puede encontrar a Sofía Álvarez Ribeiro. De origen portugués y radicada en Cuba hace cinco años, se dedica a la artesanía. Comenta que la de Miami "es una feria con una dinámica muy familiar", para la que ha traído cosas más interactivas y pedagógicas. Ella quiere "que la gente pueda aprender a hacer cosas como anillos con piedras de la playa y conchas, teclados de computadoras viejas...". El emprendimiento le ha ido muy bien: "Pago mis impuestos por lo que gano. El cuentapropismo es reciente, pero le ha dado autonomía a mucha gente".
Algo similar ocurre con Nelson Ponce, cuyos carteles se exponen desde la misma entrada del recinto. Para él, los artistas e intelectuales pueden ayudar mucho al cambio que hoy vive la Isla. "Siempre están un poco más abiertos al tema del cambio. Son esenciales a la hora de asimilar, de comprender y aceptar estos procesos", añadió. Su principal problema en Cuba es resolver los materiales para trabajar. "En La Habana es difícil conseguir las cosas", dice y después de una pausa añade: "Pero se consigue". Ponce se lamenta por los impuestos, pero cree que se trata de acostumbrarse. "Al final, lo que esperamos es que podamos verlos revertirse en beneficios palpables", añade.