Realizadores y productores reclaman una ley de cine
La Habana/A mediados de 2013 varios directores y realizadores de audiovisuales se pronunciaron sobre la necesidad de contar con una ley de cine. Un año después, el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfico (ICAIC) no parece dispuesto a ceder espacios a las productoras independientes.
Con la extensión de las nuevas tecnologías han aumentado en los últimos años las producciones fílmicas al margen del ICAIC. Cada día, más directores recurren a algún tipo de gestión independiente para realizar sus proyectos.
Han proliferado los estudios de edición "por cuenta propia" y también las productoras que se encargan de la selección de actores, de la búsqueda de locaciones y de los insumos para rodar. Algunas se especializan en la realización de videoclips musicales, mientras otras se dedican a la escena cinematográfica. Largas Luces, El Central y Quinta Avenida son algunas de ellas.
Las productoras independientes no cuentan con un reconocimiento legal, aunque se les tolera, y reclaman una ley de cine que les reconozca y proteja su trabajo. Los directores Fernando Pérez y Pavel Giroud, entre otros, se han sumado públicamente a esta petición.
"Lo que más nos afecta", dice el realizador independiente Carlos Lechuga, "son cosas que se pueden ir resolviendo antes de tener una ley de cine y que no se están resolviendo". Los cineastas piden que "los productores independientes también puedan tener convenios de coproducción con Ibermedia" (programa de ayudas financieras de la Comunidad Iberoamericana para los productores independientes). "En otros países los institutos de cine se comportan como verdaderos institutos, pero aquí el ICAIC es también la competencia", agrega.
Según Lechuga, que prepara en estos momentos el proyecto cinematográfico Habana territorio de Vampiros, "urge que el ICAIC tenga una política que no sea de doble rasero, que por delante habla de apoyo a los jóvenes realizadores, pero en lo concreto –cuando se necesita que emita una carta o una recomendación para que un proyecto independiente pueda obtener una coproducción– entonces no lo apoya".
El cineasta exige que se resuelva ahora el asunto de "las cuotas y de los concursos para seleccionar los mejores guiones, y que no siempre sean proyectos del ICAIC los que logren el apoyo de instituciones extranjeras". "Que se imponga el talento", remacha.
Al igual que este joven realizador, muchos otros aguardan por un esquema más participativo y con menos centralismo que el sistema actual.