"Ser cubana es una buena carta de presentación en el mundo"
La cantante Zoylin Rose llega a los cuartos de final del concurso televisivo-musical The Voice Chile
Madrid/"Este programa se viste de gala con tu presencia y tu actuación". Deslumbrado por haberla oído escalar cinco octavas cantando una versión de SOS de un terrícola en angustia, de Dimash, en una de las últimas galas de The Voice Chile, José Luis Rodríguez El Puma se deshacía en elogios hacia la cubana Zoylin Ybarra. El veterano cantante dejaba claro de quién era el privilegio de verla actuar: "De todos los que estamos acá ninguno puede enseñarte nada a ti".
En Cuba, donde vivió hasta hace cinco años, cuando emigró a Chile, todas las empresas artísticas estatales le negaron un contrato legal. En una de las últimas audiciones antes del exilio le dijeron que cantaba muy bien, pero que no cantaba música popular cubana. "Una excusa como otra cualquiera", cuenta a este diario una colega de profesión, que fue testigo de la tristeza de la joven, de 27 años y natural de San Antonio de los Baños, al no poder trabajar más que por la izquierda y por 20 dólares la actuación a pesar de su talento. "Ella sufría muchísimo, lloraba por eso".
Más tarde, al llegar a Chile, no le arredró cantar en las calles de Concepción, la única manera que veía para mostrar su arte. "Yo desde que la escuché cantar, desde chiquitica, supe que iba a llegar lejos", dice su amiga.
Hoy, Zoylin Rose –prefiere ser llamada por su nombre artístico–, tiene pocas razones para sufrir. Este lunes, participa en los cuartos de final del concurso televisivo-musical. Siga adelante o no, gane o no gane el certamen, ya es una luz que venció a las tinieblas.
Siga adelante o no, gane o no gane el certamen, ya es una luz que venció a las tinieblas
Pregunta. Una soprano de su calidad en un concurso como The Voice no es usual. ¿Por qué decidió presentarse?
Respuesta. Siempre que llega un cantante lírico a la competencia suele suceder que no logra avanzar mucho, porque cuando le asignan una canción popular, por lo general se les complica usar su voz de pecho. En mi caso, soy una cantante que he trabajado arduamente en mi registro vocal y en diferenciar entre estilos. Mi propuesta musical para esta edición de The Voice es justamente respetar los estilos de cada canción que me ha dado mi vocal coach [maestros de canto] en el concurso y pincelarla en cierto momento con mi voz de cabeza. Lo he hecho con el propósito de desmitificar que la voz de cabeza sólo se usa en el canto lírico, cuando es una parte más de nuestro rango vocal. Creo que es una propuesta novedosa y una invitación a los cantantes a que trabajen toda su voz y la usen en función de enriquecer sus propuestas artísticas.
Decidí presentarme para compartir esta propuesta musical con Chile y con el mundo, y porque creo que es una buena plataforma para darse a conocer. Llegar hasta esta instancia ha sido una grata sorpresa.
P. ¿Qué ha aprendido de ese concurso y de la televisión una artista que ya venía "aprendida"?
R. Musicalmente no creo que mucho, pero he aprendido de la experiencia de los coach, tanto de los que se ven en la pantalla como los que están detrás de la producción. En mi trayectoria como artista siempre me desarrollé más con el lenguaje del teatro, y acá he tenido la posibilidad de aprender más del lenguaje de las cámaras. En Cuba hacía televisión esporádicamente y funcionaba de una manera diferente, por lo anticuado de los equipos en el ICRT [Instituto Cubano de Radio y Televisión].
Desde los cinco años me formé bajo la tutela del gran maestro Rodolfo Chacón, él fue mi único maestro de canto a lo largo de toda mi carrera. También conté con el apoyo y la sapiencia del gran Juan Espinosa
P. ¿Cómo se formó en Cuba? ¿Quiénes fueron sus maestros?
R. Desde los cinco años me formé bajo la tutela del gran maestro Rodolfo Chacón, él fue mi único maestro de canto a lo largo de toda mi carrera. También conté con el apoyo y la sapiencia del gran Juan Espinosa, pianista y repertorista de grandes figuras de la cultura cubana como Rosita Fornés. Estudié piano complementario, solfeo, apreciación musical y hasta Historia del arte, pero todo esto de forma independiente, pagado por el sacrificio inmenso que siempre ha hecho mi familia para que yo pueda ir tras mis sueños.
P. ¿Es fundada la fama de la Isla como formadora de artistas de calidad?
R. Creo fervientemente que ha dado grandes artistas. Sucede que a pesar de ser un pueblo que sufre de carencias, hemos sabido mantener nuestra alegría, y con ella llega la música. Algo que indiscutiblemente siento que influye en la formación, ya sea de músicos, deportistas o profesionales en general, es la falta de distracciones. En Cuba hasta hace poco no había internet, los canales de televisión siempre han tenido propuestas llenas de propaganda con las que casi nadie empatiza, y eso es algo que ha favorecido la formación de profesionales, que luego somos exportados al mundo como mérito de la Revolución y para ganancia de ella.
P. ¿Algún recuerdo sublime que tenga de su trabajo en la Isla? ¿Y otro humillante, o que prefiera olvidar?
R. Mi niñez es un recuerdo sublime. Crecer rodeada de música fue una bendición. Creo que soy muy afortunada de haber tenido mentores que me hayan enseñado desde el amor, que hayan fomentado valores en mí que hoy considero que son los pilares de mi personalidad y que me han traído hasta el lugar en donde estoy.
Recuerdos tristes también hay muchos que contar. Como cuando nunca me dieron la posibilidad de pertenecer a ninguna empresa de representación artística en la Isla. O cuando tenía que trabajar y cobrar a través de mis compañeros, porque yo no tenía el derecho de cantar por no contar con un documento que ellos emitían solo para unos pocos, y a fin de cuentas me utilizaban para que cantara en eventos de gran importancia. Siempre sentí que me cortaban las alas y que nunca iba a conseguir mis sueños si me quedaba en Cuba.
Siempre sentí que me cortaban las alas y que nunca iba a conseguir mis sueños si me quedaba en Cuba
P. ¿Cómo ha sido su integración como cubana en Chile? ¿Cómo es ese país acogiendo a extranjeros?
R. Creo que ser cubana es una buena carta de presentación en el mundo. Somos considerados personas alegres, optimistas, trabajadoras, y buenos profesionales. Lamentablemente, no todos los migrantes llegan a Chile con la intención de aportar y engrandecer a este país que nos devuelve las capacidades de soñar y crecer, y la inseguridad ha hecho que muchos chilenos tengan ciertas reticencias hacia el extranjero. Pero al menos en mi caso personal, tengo amigos que me han hecho parte de su familia y con los cuales me siento eternamente agradecida.
P. ¿Qué planes concretos tiene a partir de ahora?
R. Espero que con la visibilidad que me proporcionó estar en The Voice pueda impulsar mi carrera como solista. Tengo canciones propias que quiero lanzar y me hace mucha ilusión inspirar y motivar a través de mi música, dar una nueva visión musical y darle visibilidad a muchos sectores vulnerables que no tienen una voz que los represente. Espero hacer conciertos por todo el país brindando una experiencia, que no sólo sea una persona cantando. Quiero enriquecer mis interpretaciones con el arte de muchos y apoyar a otros artistas a cumplir sus metas. Sé de primera fuente que no es fácil, pero con perseverancia todo se puede.
P. A largo plazo, ¿cuál es su sueño?
R. Más que sueños, tengo propósitos con la música. Creo en el poder que tiene para cambiar vidas y percibo que últimamente la música que se está haciendo y que llena los medios de difusión no es algo que nos aporte a ser mejores seres humanos. Así que siento gran responsabilidad como artista de generar un cambio en la industria. Valoro mucho a cantantes como Carla Morrison, Camilo, Conchita, entre otros, que están haciendo de su música un espacio para el amor, la introspección, la inteligencia emocional, el respeto y el crecimiento.
P. ¿Se ve regresando a Cuba?
R. Lamentablemente, no. En primera instancia, porque no quiero seguir sustentando la economía de un gobierno opresor, y en segunda, porque si ahora mismo hubiera un cambio, ¿cuánto tardaría un país que lleva más de 60 años varados en el tiempo en recuperar todo este tiempo perdido?
P. ¿Qué mensaje enviaría a los que rechazaron hacerle un contrato en Cuba?
R. Para los que nunca me dieron el derecho de evaluarme y me arrebataron la posibilidad de crecer: aquí estoy, y no dejaré de dar visibilidad a lo que siguen pasando mis compañeros que no han tenido la misma suerte de migrar. Sé lo que se siente ser silenciado y tener que callar para poder un día escapar y ser libre.
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