Los diez libros cubanos más relevantes de 2024 exploran la memoria

Montaner, Ferrer, Rodríguez Iglesias, Lechuga, Iván de la Nuez, Hernández Busto, Belkis Ayón y un 'Vocabulario cubano de crisis y cocina'

Con pocas excepciones, en los diez libros más relevantes de este año, recordar es reinterpretar y, en ocasiones, resucitar.
Con pocas excepciones, en los diez libros más relevantes de este año, recordar es reinterpretar y, en ocasiones, resucitar. / Collage/14ymedio
Xavier Carbonell

30 de diciembre 2024 - 18:36

Salamanca/Año esencial para el ensayo cubano, 2024 culmina dejando varios títulos que confirman una tendencia editorial: lo que más vale y brilla en la literatura cubana de hoy –con casi todas sus voces importantes en el exilio– es la exploración inteligente de la memoria, tanto personal como histórica. Con pocas excepciones, en los diez libros más relevantes de este año, recordar es reinterpretar y, en ocasiones, resucitar. 

1. Deséenme un buen viaje (Planeta), de Gina Montaner. El relato de los últimos días de Carlos Alberto Montaner, un hombre que vivió y trabajó por la democracia, conmocionó a los lectores desde que llegó a las librerías el pasado octubre. Afectado por una enfermedad degenerativa, Montaner dejó Miami y volvió a España para morir, acogiéndose a la Ley de Eutanasia del país europeo. Fue un final digno y sereno para quien hubiera podido ser el primer presidente de una Cuba libre, en el deseo de muchos, y fue un escritor prolífico.

2. Entre Rusia y Cuba (Ladera Norte), de Jorge Ferrer. El diálogo entre el byushi, el apparatchik y el pioner –es decir, el disidente, el integrado y el pionero– alimenta este libro, llamado a convertirse en el manifiesto de toda una generación de exiliados. Ferrer trasciende la frontera del ensayo o la memoria y ofrece, como Dante, un viaje a la triple memoria que todos los cubanos cargan: la propia, la familiar y la nacional. 

3. Crítica madre (Rialta), de Legna Rodríguez Iglesias. La "mirada perpleja y apariencia ingenua" de la autora, una de las voces jóvenes más importantes del panorama literario actual, inspecciona Miami en toda su complejidad. El volumen quiere ser "un catálogo de raros, el diario de campaña mayamense de una migrante o la película coming-of-age de una de las escritoras más iconoclastas de la literatura latinoamericana de hoy". 

4. Esta es tu casa, Fidel (De Conatus), de Carlos Lechuga. Estas 137 páginas firmadas por un “nieto de la Revolución” son un delicioso insulto a la memoria de Fidel Castro, ídolo familiar de los Lechuga. La fantasía del niño era que su abuelo muriera para que al sepelio llegara, con una sensacional escolta, el “abuelo” de todos los cubanos. Su mayor deseo: estrechar la mano, con uñas largas y escalofriantes, de la propia Revolución.

5. La tarde que Bobby no bajó a jugar (Tusquets), de Mayra Montero. Nacida en La Habana pero residente desde hace décadas en Puerto Rico, Montero ofrece un retrato en dos tiempos del genio estadounidense del ajedrez, Bobby Fischer. El libro es una de las pocas novelas escritas por autores cubanos que vale la pena rescatar este año. A pesar de las declaraciones de la autora, que pretendía recrear un momento de su adolescencia, el texto fue leído como una historia sobre la violación y el consenso. 

6. Iconofagias (Debate), de Iván de la Nuez. El tema de este ensayo es la saturación de imágenes e información. El imaginario del siglo XXI, del cual los teléfonos y sus cámaras son apéndices, exige una labor de higiene, argumenta el crítico. Una sublevación contra la metástasis de selfis. “Antes de que las fotografías nos devoren, devorarlas a ellas”, pide.

7. Diario de Kioto (Godall), de Ernesto Hernández Busto. Colección de fragmentos y catálogo de formas breves, se trata del diario de un poeta que encuentra una cultura que le es afín y la va descubriendo. Es una vuelta a Oriente que, extrañamente, siempre recorren los grandes autores cubanos: Casal, Lezama, Sarduy. Su mantra: lo que pasa nunca pasa lo suficiente. 

8. Nkame Mafimba (Turner), de Belkis Ayón. El descomunal catálogo razonado de la obra de Ayón ha llegado a ser la biblia de sus estudiosos. Preterida en Cuba y aclamada en el extranjero, la pintora cubana más enigmática de las últimas décadas –se suicidó en pleno éxito, en 1999– es redescubierta por nuevas miradas críticas, cronologías y extraordinarias reproducciones de su trabajo. 

9. Vocabulario cubano de crisis y cocina (Rialta), de Claudia González Marrero. Con prólogo de Antonio José Ponte e ilustraciones del músico Gorki Águila, el Vocabulario analiza dos situaciones que en Cuba son equivalentes: la debacle absoluta y la gastronomía. La jerga culinaria se renueva en la Isla y fuera de ella, advierte la compiladora, porque “la memoria alimentaria ha estado unida al devenir económico y político de la nación”. 

10. The Cambridge History of Cuban Literature (Cambridge University Press). Editado por las académicas Vicky Unruh y Jacqueline Loss, entre los autores de capítulos están reconocidos críticos como Rafael Rojas, Norge Espinosa, Ángel Esteban, Anke Birkenmaier, Dean Luis Reyes o Pedro Pablo Rodríguez. El libro asegura ser el primero en inglés que hace un balance total de la literatura cubana, desde la época colonial hasta el siglo XXI, sin ningunear o arrinconar –como la historia literaria oficial de la Isla– la producción del exilio.

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