El que se mueve sí sale en la foto

La Habana/Dicen los viejos fotógrafos que con la aparición de las técnicas digitales, se perdió la magia del laboratorio, donde en medio de la penumbra la imagen brotaba sobre el papel. Sin embargo, los píxeles también tienen su sortilegio. ¡Qué encanto el de ver previamente en la pantalla de una cámara digital la escena que atraparemos unos segundos después! ¡Qué sortilegio el de compartir los ficheros de ese momento que capturamos en píxeles y colores! Esa es la "brujería" de los kilobytes y de los mapas de bits.

La exposición alternativa Vida plena, mente tropical, nos acerca a la más actual e irreverente fotografía digital que se hace en la Isla. En este caso, el que se mueve sí sale en la foto, pues se trata de tomarle el pulso a una realidad que pasa fugaz frente al lente. De la mano de la agencia CubaRaw, los organizadores de la muestra han compilado momentos cotidianos, instantes de un profundo intimismo y también jugueteos visuales dignos del óleo y el pincel. El propio título ya es una franca ironía para adentrarnos en una visualidad que mezcla el dolor, el desamparo, la sobrevivencia y la creación artística.

La agencia CubaRaw nació hace cinco años como un proyecto fotográfico para el apoyo y la divulgación de actividades culturales alternativas. Su nombre alude al formato raw de máxima calidad digital, pero también a la idea de una Cuba en "crudo" -según el significado en inglés de esta palabra-, sin falseamientos ni censuras. Los gestores iniciales, Claudio Fuentes Madan y Orlando Luis Pardo Lazo concibieron el proyecto como "un intento de revolucionar el quehacer colectivo tanto del periodismo independiente cubano como del activismo en favor de los derechos humanos". La incorporación de Silvia Corbelle y Lia Villares al grupo de organizadores ha incrementado la mirada atrevida a la hora de hacer y de seleccionar las imágenes.

La exposición, inaugurada el pasado sábado en la Casa-Galería El Círculo de La Habana, recorre parte del trabajo de la agencia durante un lustro. Artistas como El Sexto, Luís Trápaga, Petr Placák y Kiko Faxas nos descubren un país conocido pero silenciado. Ante las composiciones fotográficas y las imágenes más minimalistas, el público se siente obligado a permanecer por largos minutos, tratando de desentrañar las coordenadas de una cotidianidad que le es cercana y distante a la vez.

Vida plena, mente tropical tiene magia, pero no como aquella que lograba el revelador al descubrirnos las formas sobre el papel en un oscuro laboratorio fotográfico. Su embrujo es más sencillo. Radica en el profundo magnetismo que nos causa mirarnos a nosotros mismos, con el espectro de sueños y frustraciones que cargamos encima.