Una exposición recuerda al científico Ramón y Cajal, que ejerció de médico con las tropas españolas en Cuba
Fue premio Nobel en 1906 por sus descubrimientos en la estructura del sistema nervioso
La Habana/El viaje que el científico español Santiago Ramón y Cajal realizó como médico militar a Cuba en 1873, durante la Guerra de los Diez Años, es el tema de una exposición en La Habana. Nobel en 1906 –por sus descubrimientos en la estructura del sistema nervioso– y padre de la neurociencia, una colección de fotografías sobre su carrera se expone en la Casa Museo Alejandro de Humboldt de la capital cubana.
Cuba con Cajal recoge infografías y fotos de algunos momentos de la estancia del científico en el entonces territorio español de ultramar. Un reportero de 14ymedio visitó el lugar, en el que había alumnos de primaria dedicándose al dibujo, un arte en el que destacó el científico. A la inauguración, realizada la semana pasada, asistió un número considerable de personas.
Las empleadas del museo admitieron su sorpresa ante el aforo, pero aseguraron que la promoción de la muestra se había hecho por radio y televisión, además de por los canales de la Oficina del Historiador. Esta entidad, junto a organizaciones españolas, fue la gestora de la exposición y su actual directora, Perla Rosales, fue quien presidió la inauguración.
Según el cartel de la muestra, desde España colaboraron el Instituto Cajal, el Centro Cajal y la entidad gubernamental Año Cajal, creada para conmemorar distintos aniversarios relacionados con el científico. El coordinador de la muestra es el español Juanjo Rubio, un ex directivo de Salud Pública en la comunidad autónoma de Navarra.
Las empleadas del museo admitieron su sorpresa ante el aforo, pero aseguraron que la promoción de la muestra se había hecho por radio y televisión
Aunque se prevé que el material sea expuesto durante tres meses, sus organizadores aspiran a que La Habana se quede con él.
Nacido en Aragón en 1852, Ramón y Cajal estuvo solo doce meses en Cuba durante la primera guerra de independencia contra España. Miembro del Cuerpo de Sanidad Militar, se enroló como médico con grado de teniente al regimiento de Burgos y viajó a Cuba, ya en calidad de capitán.
En los papeles del entonces joven científico hay muestras de su admiración por la naturaleza cubana, si bien padeció –y curó en sus compañeros– los malestares ocasionados por la manigua del oriente cubano. Atendía a enfermos de paludismo y disentería en Camagüey, una de las zonas más trepidantes de la guerra.
Hastiado por el caos administrativo del Ejército y la falta de recursos para atender a los pacientes, y muy enfermo él mismo, pidió ser licenciado en 1874. Con el dinero que ahorró en Cuba compró el microscopio y otros instrumentos decisivos para la investigación que le dio fama. En 1908, la recién instituida Academia de Ciencias Médicas, Físicas y Naturales de La Habana lo nombró académico de mérito.
En el centro de atención no solo de hombres de ciencia, sino también de humanistas e intelectuales del mundo entero, el interés por Ramón y Cajal va en aumento. El próximo abril, la editorial española Ladera Norte publicará El cerebro en busca de sí mismo, de Benjamin Ehrlich, una biografía del científico cuya versión en inglés ha sido celebrada por The New York Times como “magníficamente documentada, bien escrita y trabajada con mimo”.
El próximo abril, la editorial española Ladera Norte publicará 'El cerebro en busca de sí mismo', de Benjamin Ehrlich, una biografía del científico
A su vez, la editorial señala que el libro “relata la epopeya de un niño nacido en las montañas del Alto Aragón que alcanza, sin contar con el apoyo de ninguna tradición científica, el mayor reconocimiento mundial”.
“En una España convulsa y llena de claroscuros, Cajal sobresale como un autodidacta incansable que sólo consigue la ayuda de las instituciones tras ser considerado una eminencia en el extranjero”, añaden. “El autor de la biografía resalta sus esfuerzos, su pensamiento visionario, sus extraordinarias habilidades, entre las que destaca la de dibujante, y las disputas con sus rivales, siendo el más notorio Camillo Golgi, adversario con el que compartió el Nobel”.