Extraño, como un oso en una plaza habanera
La Habana/“¿El último para la foto con el oso cubano?” preguntaba ayer un joven durante la inauguración de la muestra United Buddy Bears en la habanera Plaza de San Francisco. El proyecto, creado en 2001 por Eva y Kalus Herlitz con la colaboración del escultor austríaco Roman Strobl, promueve un mensaje de tolerancia y comprensión entre todos los pueblos, culturas y religiones del mundo. La exposición ha viajado por los cinco continentes con esculturas de osos a tamaño natural, que evocan a los países miembros de las Naciones Unidas.
Con la participación de artistas de cada uno de los países representados, estos osos han visitado ciudades como Viena, El Cairo, Jerusalén, Buenos Aires, Montevideo, París, Hong Kong, Estambul, Tokio, Sydney, Varsovia y Río de Janeiro. Desde su primera exposición en Berlín en 2002 han sido apreciados por más de 30 millones de personas. Ahora, están en La Habana, donde destaca la escultura identificativa de nuestro país, hecha por la artista cubana Nancy Torres.
Tabaco en la boca, anilla alrededor de la cintura y un guiño pícaro en un ojo, el Oso Buddy cubano que forma parte de este grupo diverso y plural. Su creadora explicó durante la inauguración que lo llamó Siboney en homenaje a los primeros indios cubanos y que lo hizo a mano, incluyéndole los colores de la bandera. “Ha transitado por muchos países desde el 2002 que fue cuando lo cree”, agregó la artista. También enfatizó que “hace casi cincuenta años que vivo en Berlín. En este oso están reunidas simbólicamente las dos patria que tengo: Berlín y La Habana”.
En la ceremonia participó también el embajador de Alemania en Cuba, Peter Scholz quien aseguró que tenía la esperanza de que “los osos sean capaces de proporcionar mucho placer y alegría durante las próximas seis semanas y atraigan a visitantes de todas partes. Espero pues que los osos nos den muchas ganas de vivir”. La muestra estará en la Plaza de San Francisco hasta principios de marzo de este año y durante ese tiempo se prevé subastar una réplica de solo un metro del oso que representa a Cuba.
“Me alegro de imaginar que (…) estén aquí en el corazón del Centro Histórico, Patrimonio de la Humanidad, dándole sentido a esa visión de apertura, y como se ha dicho, de tolerancia”.
Por su parte, el historiador de la ciudad Eusebio Leal Spengler, apuntó la importancia del momento en que los osos han llegado a la Isla. “Me alegro de imaginar que ahora revividos con los colores con que cada artista ve el mundo estén aquí en el corazón del Centro Histórico, Patrimonio de la Humanidad, dándole sentido a esa visión de apertura, y como se ha dicho, de tolerancia”.
Las palabras de Leal Spengler aludieron metafóricamente al restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, cuando agradeció “al personal de la embajada que vino a preguntar si podría ser y la respuesta mía fue, inmediatamente, que vengan los osos. Que sean anuncios de un tiempo mejor, ahora que los salmones que tanto le agradan vienen saltando sobre las corrientes del río”.
Los habaneros ya han elegido a sus osos preferidos y hacen fila para sacarse fotos frente al que representa la estatua de la Libertad de Estados Unidos. Entre los más apreciados también están los de España, Francia y Alemania. Por su parte, el oso cubano ha recibido varias críticas de quienes ven en la inclusión del habano una promoción del dañino hábito de fumar, en una muestra que está dirigida fundamentalmente al público infantil.
La exposición United Buddy Bears ha estado asociada a proyectos de la UNICEF y de ayuda para niños necesitados. A partir de donaciones de organizaciones locales y la subasta de algunas de esas piezas se han recaudado hasta el momento alrededor de dos millones de euros para los más pequeños. Durante la estancia habanera de los osos los acompañarán los promotores del proyecto Eva y Klaus Herlitz.