Inicia el curso en la nueva sede del Instituto Confucio
La Habana/Los jóvenes se aglomeraban en la mañana de este jueves a la entrada de la nueva sede del Instituto Confucio de La Habana, en el edificio Pacífico del Barrio Chino de la ciudad. Después de medio año insertado en la Colina Universitaria, ahora el centro de estudios para la enseñanza del mandarín, la cultura y las tradiciones chinas tiene su propio local.
Hoy comenzaron las clases del nuevo curso en el restaurado inmueble, con 45 días de retraso con relación a la fecha oficial, prevista para principios de septiembre. En el lugar todavía se veía el trasiego de trabajadores de la Empresa Puerto Carenas que hacían los últimos arreglos y los técnicos de Cubametal, enfrascados en la instalación de los ascensores. Un olor a pintura y madera recién cortada inundaba las salas comunes y las aulas. A la entrada, los típicos faroles chinos de color rojo daban la bienvenida a los estudiantes.
"Estoy muy interesado en estudiar mandarín, porque el turismo chino está creciendo y quiero dedicarme a ser guía de esos grupos", aseguró un joven que esperaba hoy por entrar a su nueva aula en el recién inaugurado local.
Los alumnos se mostraban satisfechos con el nuevo edificio que cuenta con 800 metros cuadrados y está enclavado en donde otrora se localizara el conocido restaurante Pacífico, gestionado por el Estado en las últimas décadas y cerrado al público desde hace varios años.
"Todo está tan nuevo que da gusto estudiar aquí", dijo una joven que se matriculó desde el inicio en el Instituto cuando tenían que "ir de una aula a otra y todo era muy incómodo".
En sus palabras de bienvenida a los alumnos, la subdirectora del centro, María Victoria Gómez, enfatizó el esfuerzo que se había realizado para tener listo el local, por lo que pidió a todos "cuidar la instalación, mantenerla y estar al tanto del más mínimo detalle". Dijo que de momento solo se van a utilizar dos pisos hasta que llegue el avituallamiento procedente de China y empiecen a ocuparse las dos plantas restantes.
El Instituto cuenta ahora con seis pequeñas aulas apropiadas para la enseñanza del idioma mandarín. La subdirectora expresó que el claustro de profesores está "en la mejor disposición de brindar el mejor servicio en cuanto a calidad, pero que eso debía ser correspondido por los alumnos".
Gómez agregó que los estudiantes deberán "cumplir el reglamento establecido", del que mencionó "la llegada a tiempo, evitar interrumpir al profesor después de llegar a clase y contar con el porcentaje de asistencia establecido para tener derecho a examen".
El miércoles, durante la inauguración oficial, el director cubano de la escuela, Arsenio Alemán, aseguró que, gracias al compromiso realizado por las autoridades chinas, tendrán "a mediano plazo, los recursos necesarios para que el instituto funcione a plena capacidad en esta nueva sede", reportó la prensa oficial.
La Oficina de la Enseñanza del Chino como Lengua Extranjera (Hamban) financió con 650.000 euros parte de la restauración del lugar. Por su parte, el Gobierno de la Isla aportó 5.000.000 de pesos cubanos al proceso de habilitación del inmueble.