Leonardo Padura: "Escribo como un loco para no volverme loco"
Madrid/(EFE).- Cubano "por los 64 costados", Leonardo Padura acumula en su currículum artículos, ensayos, libros, cuentos y antologías, así como el premio Princesa de Asturias, y reconoce a Efe que escribe como un loco para no volverse loco.
"Vivo en la casa en la que nací, que construyó mi padre, en el barrio de Mantilla de La Habana, el mismo barrio en el que vivió mi abuelo y mi bisabuelo", explica en Madrid antes de declararse "cubano de carácter, de cultura y de espiritualidad".
Insiste en que su literatura demuestra por sí misma su nacionalidad cubana, que trata sobre Cuba y los cubanos, se define por el "nivel del lenguaje" y ahonda "en las tramas relacionadas con el hecho de ser cubano".
Periodista de rebote y "casi por castigo" (le enviaron a un periódico desde una revista cultural), dedicó su tesis de grado de filología hispanoamericana al Inca Garcilaso de la Vega, escritor de ascendencia española e inca considerado el primer literato hispanoamericano.
"El origen siempre ha estado muy presente en mi trabajo y en mi persona", reflexiona mientras hace repaso a su "recorrido interior" por la Revolución cubana que arrancó cuando él tenía cuatro años (en 1959).
Militante en las juventudes comunistas en sus años de universidad, considera que la Revolución "ha ido introduciendo cambios en los años más recientes"
Así, recuerda que ha vivido toda su "vida consciente" en el "periodo revolucionario" que considera "una revolución real, que cambió muchísimas cosas", sobre todo las relaciones económicas que, a su juicio, "cambia todo en una sociedad".
"Ha sido intensa con momentos románticos, excesivamente politizada, con una cercanía muy grande al modelo soviético en los 70, la mejora de la economía en los 80, una crisis tremenda en los 90 y con un socialismo pragmático en los 2000", resume.
Militante en las juventudes comunistas en sus años de universidad, considera que la Revolución "ha ido introduciendo cambios en los años más recientes" al mismo tiempo que añade que el desarrollo de la misma "no es total" al no resolver "problemas que se acumularon durante años".
Cuenta que jamás pensó seriamente en dejar la isla caribeña, en la que, a pesar de los problemas que le acarreó, siempre escribió y se expresó con libertad: "escribo lo que necesito escribir y digo lo que necesito decir".
Padura comenzó su carrera periodística en "las tres publicaciones más importantes" de la Cuba de los 80 en la que se desarrolló el periodismo literario de la isla (Caimán barbudo, la Gaceta de Cuba y Juventud Rebelde), camino del que se apeó una década después para dedicarse plenamente a la literatura.
Durante la crisis de los 90, se planteó marcharse durante un tiempo de Cuba pero en vez de eso decidió refugiarse en las letras. "Escribí como un loco para no volverme loco", dice al respecto y explica que en menos de 10 años acabó tres novelas, un libro de cuentos, un ensayo sobre Alejo Carpentier, dos guiones de cine y varias antologías.
"Tenía muy claro el hecho de que quería permanecer en Cuba por una cuestión de pertenencia, yo pertenezco a una cultura, una tradición, una lengua, una sociedad y contexto del que sale lo que soy como persona y como escritor".
Hijo de una católica y de un masón, revela que su otro gran escondite es su casa, en la que vive con su pareja Lucía, y en la que da rienda suelta a su pasión y su obsesión: la escritura.
"Padura: Escribo todos los días, cuando no es un guión, es un cuento, un ensayo o un correo electrónico, pero siempre escribo, de lunes a domingo, todas las mañanas"
"Escribo todos los días, cuando no es un guión, es un cuento, un ensayo o un correo electrónico, pero siempre escribo, de lunes a domingo, todas las mañanas", dice Padura quien sufre por los amigos y curiosos que se acercan hasta la Mantilla para visitarle y romperle el ritmo de trabajo.
A Leonardo le da miedo la sociedad actual, "en un momento en el que ocurren cosas muy graves en Europa que tendrán repercusión en el resto del mundo". "No estábamos preparados para lo que está ocurriendo, ya no es una crisis, sino que a nivel global vivimos un momento de absoluta incertidumbre".
"Me da mucho miedo que podamos empezar a pensar que el pasado era mejor, quisiera pensar que el futuro siempre será mejor, a veces me pregunto si estamos avanzando o retrocediendo", reflexiona.
Ante el momento global Padura lo tiene claro: "lo más inteligente es la unidad, como escritor cubano, latinoamericano e iberoamericano estoy por la unidad".
"Existe una Iberoamérica con muchas peculiaridades nacionales y regionales pero existe una comunidad iberoamericana en la que la lengua, la cultura, el trauma de la conquista y colonización nos une", opina.
Cree que ese "trauma" también "tuvo que ver con la propia España", donde se vivió "de otra manera" pero también se "sufrió al no ser capaz de capitalizar lo que significó este encuentro con el nuevo mundo".