Mafalda en la tierra de Pepito
La Habana/Cuba tiene su Pepito y Argentina su Mafalda. Las ocurrencias de esta cáustica niña de clase media, preocupada por el mundo y a la que no le gusta la sopa, pueden disfrutarse desde este lunes en la exposición Los mundos de Quino, un homenaje que pone punto final al Año del Dibujo promovido en los últimos meses por la Casa de las Américas en La Habana.
La institución rinde tributo al destacado caricaturista y a sus seis décadas de carrera artística, durante las que ha provocado no sólo sonrisas, sino también innumerables reflexiones. Lamentablemente, el talentoso artista no estará presente en los días de la muestra que se exhibe en la Galería Latinoamericana de la institución hasta el 31 de marzo, una ausencia que apenas logran tapar sus divertidos dibujos.
El "inventor de una infinidad de mundos a los que nos arrastra con alegría y escepticismo", como apunta el catálogo, llegará ante el público cubano a través de sus atrevidas historias, donde mezcla ilusión y escepticismo por el destino de la humanidad.
El homenaje al creador argentino está acompañado también por una compilación de caricaturistas cubanos y extranjeros, bajo el nombre de Los intrépidos, con obras de René de la Nuez, Antonio Morales, Tomás Rodríguez (Tomy), Alberto Morales (Ajubel), así como de Rogelio Naranjo, de México; Pedro León Zapata, Venezuela y Fernando Krahn, Chile.
El "inventor de una infinidad de mundos a los que nos arrastra con alegría y escepticismo" no estará presente en los días de la muestra
Los creadores invitados reflejan los conflictos y problemáticas sociales del último medio siglo, la mayoría de ellos desde una perspectiva de estrecho marco ideológico. Se echan en falta en la compilación de dibujos humorísticos plumas como las del intrépido Garrincha, el clásico Arístides o el creativo Hernán H., todos ellos exiliados y por tanto borrados en parte de los catálogos oficiales.
Dentro del homenaje a Joaquín Salvador Lavado Tejó, no podían faltar los Quinoscopios que realizó el artista argentino junto al director cubano Juan Padrón. Al final del salón que contiene la muestra, el público hallará una selección de sus cortos picantes e ingeniosos, que tanto han hecho reír a los espectadores del patio, una inclusión que se agradece a la curaduría de Nahela Hechavarría, Cristina Figueroa y Silvia Llanes.
En la jornada inaugural, la galería se repletó de un público de variadas edades. Por ejemplo, Manuel, con treinta años en el ejercicio del derecho, aseguró: "Mafalda es parte indisoluble de mi juventud, así que he venido a disfrutar a Quino para también recordar esos buenos momentos".
Otros, más jóvenes, como Leo de 16 años, se acercaban por primera vez a la obra del argentino. "Mi mamá me ha hablado mucho de su trabajo y he venido con ella, pero la verdad es que me gustan más los mangas japoneses".
Más allá de los gustos y las preferencias, Mafalda ha llegado a un país donde se comprende muy bien esa mezcla de humor y dolor, esa capacidad que tiene el pícaro personaje de reírse hasta en situaciones muy dramáticas. ¡Qué se lo digan a Pepito!
