El mecenas cubano Roberto Polo cede su colección a la tierra de sus abuelos
España recibe una de las donaciones artísticas más importantes de su historia, valorada en más de 50 millones de euros
Madrid/Los abuelos del multimillonario cubanoamericano Roberto Polo (La Habana, 1951) eran gallegos. Por eso este filántropo, mecenas y ex socio de la casa de subastas Sohteby's se confiesa feliz de que su vasta colección de 7.000 obras de arte moderno y contemporáneo se quede definitivamente en España. Las ciudades de Toledo y Cuenca acogerán a partir de 2018 esculturas, fotografías y pinturas de forma completamente gratuita.
El Gobierno de Castilla-La Mancha, del socialista Emiliano García-Page, ha aprobado ya la operación mediante la cual se exhibirá la colección de Polo en el Convento de Santa Fe, en el casco histórico de Toledo, y el viejo edificio del Archivo Provincial de Cuenca, antigua sede del Tribunal de la Inquisición. Otras tres ciudades españolas y dos importantes capitales, que no han sido desveladas —una de EE UU y otra de Europa—, pretendían este tesoro de valor no calculado pero cuya póliza de seguros asciende a más de 50 millones de euros.
La colección la integran obras de vanguardia histórica de autores como Laszlo Moholy-Nagy, Karl Schmidt-Rottluff, Oskar Schlemmer, Kurt Schwitters, Max Ernst, George Vantongerloo o Paul Joostens. Además, también hay creaciones de artistas vivos como Larry Poons, Martin Kline, Ed Moses, Karen Gunderson, Melissa Kretschmer, Jan Vanriet, Mil Ceulemans o Werner Mannaers.
El primer envío de Polo será un conjunto de 500 obras, 250 a cada ciudad, que irán rotando y dando entrada a otras piezas de la gigantesca colección. En Toledo, que se queda con piezas que abarcan desde finales del siglo XIX a la actualidad, se queda como colección permanente un grueso formado por obras de Schmidt-Rottluff, Schlemmer, Schwitters, Moholy-Nagy o Max Ernst.
La familia de Roberto Polo era propietaria de Polotanque S.A. hasta que, tras la expropiación de 1961 se fue de Cuba hacia Miami primero y pasó por varias ciudades hasta acabar en Nueva York
Cuenca, por su parte, acogerá obras internacionales de los años 50 y 60 que dialogarán con las que posee el Museo de Arte Abstracto de la ciudad manchega. La sede del Archivo Provincial necesitará unas obras de rehabilitación importantes y abrirá, se calcula, entre finales de 2019 e inicios de 2020.
Actualmente, el centro Ars Málaga-Palacio Episcopal acoge una muestra de la colección Polo que ya estuvo anteriormente en La Habana y Bruselas y contiene una selección de obras de algunos de los artistas flamencos y estadounidenses que vendrán a quedarse en España.
La familia de Roberto Polo era propietaria de Polotanque S.A., especializada en la construcción de tanques de acero para refinerías de petróleo, puentes, vías ferroviarias e ingenios azucareros en toda Centroamérica. Tras la expropiación de sus bienes, en 1961, la familia se fue de Cuba rumbo a Miami y después pasó por Lima, Massachussetts, Washington y Nueva York. Polo estudió Arte en la Corcoran School de Washington y en la Universidad de Columbia de Nueva York y se inició con apenas 20 años en el mundo del coleccionismo. Entre los museos que se han beneficiado de sus donaciones están el Metropolitan, el Louvre, el Victoria & Albert, el Minneapolis Institute of Art, el Nelson Atkins Museum, el Château de Chantilly y los Museos Reales de Arte e Historia de Bruselas.
España pasa, gracias a este acuerdo, a poseer un importante tesoro precisamente en un periodo artístico en el que tenía importantes carencias. Algo similar ocurrió cuando se logró la Colección Thyssen para Madrid que, eso sí, supuso un desembolso de casi 280 millones de euros al Estado (además del costo de la rehabilitación del edificio que la alberga).
Los promotores de la Operación Polo han querido mantenerse en el anonimato, aunque celebran haber conseguido un acuerdo tan ventajoso para España, como ha publicado el diario El País. Sí ha trascendido que la historiadora y crítica estadounidense Barbara Rose, comisario de la exposición ahora en Málaga, ha sido clave en el trato.