La Muestra Joven prueba que el atrevimiento artístico permite saltar obstáculos
La Habana/Cumplir 15 años puede ser un buen momento para soltar amarras. Los organizadores de la Muestra Joven del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) así lo han entendido y la sala Charles Chaplin del Vedado habanero ha sido adornada con motivos marineros, redes y salvavidas en ocasión de la inauguración este martes de la 15 edición del evento, que cerrará sus puertas el próximo domingo. Tal vez una metáfora de la necesidad de rescatar o reflotar la producción audiovisual cubana.
La Muestra apostó por sorprender en su primer día con el estreno mundial del cortometraje Aplausos de Enrique Pineda Barnet, una producción que forma parte de la serie First (1997), End (2014) y Upstairs (2014), y en la que se explora el aplauso como expresión comunicativa que "no siempre es una celebración", aclara el director de La bella del Alhambra. La fuerza dramática que imprime la actriz Verónica Lynn al personaje principal deja claro que "lo joven" no está en la edad, sino en lo novedoso de la propuesta.
La jornada acogió también la presentación de la película Últimos días en La Habana o Chupa pirulí, del reconocido director Fernando Pérez. La coproducción cubano-española fue estrenada el pasado marzo en el Taller Nacional de Crítica Cinematográfica de Camagüey, aunque su "baile de presentación en sociedad" tendrá lugar este mes de abril en la ciudad de Berlín, de la mano de la productora Wanda Vision.
En el lobby del céntrico cine, entre nudos ballestrinque y mariposa, se inauguró también la exposición 15 años de gráfica alternativa, un recorrido visual por las anteriores ediciones de un evento que ha alcanzado esa edad que lo aleja de la infancia y le otorga nuevas responsabilidades.
La cita se ha convertido en un adelanto de lo que podría ocurrir si se le ofrece a los jóvenes cubanos más libertad para elegir y crear
La Muestra dio sus primeros pasos en el ámbito cultural cubano recién comenzado este siglo y ha demostrado que el atrevimiento artístico permite saltar obstáculos, como las carencias materiales y la censura. La cita se ha convertido en un adelanto de lo que podría ocurrir si se le ofrece a los jóvenes cubanos más libertad para elegir y crear.
Fiel a esa lozanía, la Muestra incluye en el jurado a dos creadores nacidos en los años 80: la productora Claudia Calviño y el editor y realizador Luis Ernesto Doñas. Otras figuras más experimentadas, como la actriz Isabel Santos, el crítico de cine Juan Antonio García Borrero y Osmany Olivare Arias, compositor de bandas sonoras en largometrajes como Conducta, también forman parte del plantel que seleccionará las mejores cintas entre las 53 que concursan.
En un mensaje grabado y proyectado ante la audiencia reunida en la sala Chaplin, Fernando Pérez animó a los más jóvenes del gremio cinematográfico a que suelten amarras. "No olviden eso", alentó el realizador, que se encuentra en estos momentos en Suiza para impartir un taller de creación cinematográfica, provocando un aplauso cerrado. Pérez bromeó también convocando a la audiencia a que "por favor", apagaran sus celulares.
No solo las palabras del director de Clandestinos arrancaron una ovación, sino que su nueva película conmovió a partir de las excelentes actuaciones protagónicas de Jorge Martínez y Patricio Wood. La maestría de Raúl Pérez Ureta en la fotografía logró convertir escenas cotidianas en imágenes sublimes pero cercanas, sin afeites ni añadidos. Este resultado confirma la opinión de muchos cinéfilos de que Fernando Pérez es el más importante director cubano que se mantiene en activo.
La maestría de Raúl Pérez Ureta en la fotografía logró convertir escenas cotidianas en imágenes sublimes pero cercanas, sin afeites ni añadidos
Esta edición de la Muestra Joven cuenta en su programa con encuentros teóricos, entre los que destaca la conferencia de Lía Rodríguez este miércoles sobre el tema de las "negociaciones y acuerdos para producir y realizar una obra audiovisual". La autora promete adentrarse en los aspectos legales de la producción nacional, un espinoso terreno que en los últimos meses ha despertado las ilusiones de muchos cineastas tras el restablecimiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
En los intensos cinco días que durará el evento también se ha reservado un espacio particular para los creadores que viven fuera de la Isla, como el proyecto Raíces y rutas: cine cubano de la diáspora en el siglo XXI, que promueve la investigadora Zaira Zarza.
Fresca e irreverente, esta quinceañera se encuentra justo en ese momento crucial en que podría consagrar su permanente juventud de propuestas para evitar que la institucionalización le gane la batalla al atrevimiento que ha caracterizado su andadura hasta aquí.