Los músicos se emancipan
Los jóvenes graban sus producciones en estudios improvisados, fuera del control estatal
La Habana/En un apartamento ubicado en un bloque de concreto gris y ruinoso, en el municipio Plaza de La Habana, decenas de músicos han hecho realidad el sueño de grabar un tema musical. Es uno de los home studios, que tanta importancia están tomando en el panorama de la música cubana, sobre todo para el mercado online.
Hace un par de años que Claudia Pérez, de 19, escogió un nombre mucho más enigmático para intentar convertirse en una "gran diva": Nina. Sin embargo, su voz y su atractivo en escena no llegarían muy lejos sin el trabajo de algún genio del sonido y productor independiente.
El estudio donde Nina ha grabado sus primeros temas pertenece al productor y editor musical JouMP. El cuarto, forrado con listones de madera, se hace llamar pomposamente Espacio Latino Records. Su creador pasa horas allí, aislado del ruido de la calle y combinando efectos para lograr una melodía. "Lo único que necesito es encontrar una hebra inicial, un instrumento que defina la estética del número", comenta JouMP, para quien "hay arreglos que desde el principio vienen con su iré" y así lo valoran quienes han puesto en sus manos la grabación de un disco, un tema musical o la creación de una melodía de fondo".
La falta de personalidad jurídica y reconocimiento legal otorga a proyectos como este de un carácter clandestino
JouMP lleva más de una década en el mundo de la creación independiente y se considera a sí mismo "un artesano del sonido". Su posesión más preciada es un disco duro externo donde atesora más de 4.000 archivos de distintos géneros musicales, todos de su autoría.
Junto a las carpetas con sus composiciones hay programas de edición de sonido ‒como Fruity Loops, Wavelab o Logic Pro‒, y decenas de herramientas para grabar. La mayoría son versiones piratas, compradas en el mercado informal.
La "niña de los ojos" de JouMP es su consola digital, que junto a los monitores, la computadora ‒con una poderosa tarjeta de sonido‒ y los micrófonos, dotan al lugar de un aire profesional el lugar un toque profesional. Los equipos también han sido adquiridos fuera del circuito estatal, comprados de segunda mano o mandados a pedir a gente que viaja al extranjero.
La falta de personalidad jurídica y reconocimiento legal otorga a proyectos como este de un carácter clandestino, pero eso no desestimula a quienes se lanzan a convertir su dormitorio en una "fábrica de música". El reggaetón que se escucha en los taxis colectivos y en los audífonos de los adolescentes está grabado, en su mayoría, en estos estudios alternativos. La vía más socorrida para dar a conocer esas producciones en el mercado interno es el paquete.
JouMP se jacta de haber creado para el rapero Wilder 01 un arreglo en el que mezclaba chachachá con guitarra eléctrica sonando crunch y al que tituló Estar contigo. Cuando el tema fue propuesto a la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), la productora estatal celebró la audacia, pero catalogó el resultado de demasiado "foráneo" con "leves visos de música cubana".
Algunos artistas logran subir sus canciones a la web gracias a un amigo o pariente en el extranjero que les ayuda a cobrar las ganancias
Los tiempos de afiliarse a una institución para lograr hacer un disco han quedado atrás. "Los estudios privados dan más libertad a la hora de grabar", comenta Dj Xon, un joven de 18 años que se presenta en fiestas y sueña con compilar todo lo que ha hecho y "subirlo a iTunes".
Hasta el momento, la opción para la mayoría de los músicos cubanos que quieren colocar sus temas en internet pasa por Bis Music, una casa discográfica perteneciente a la empresa estatal Artex S.A., encargada de distribuir las producciones en plataformas como Spotify, Itunes, Amazon. La entidad hace las veces de mediador y puede pactar hasta el 50 % de la ganancia final con el autor de la música.
Algunos artistas logran subir sus canciones a la web gracias a un amigo o pariente en el extranjero que les ayuda a cobrar las ganancias. La tienda musical de Apple tiene una amplia variedad de creaciones de cubanos radicados en la Isla, a pesar de las dificultades de acceso a la red y los entuertos para recibir los pagos en la Isla.
JouMP, Nina y Wilder 01 han experimentado a lo largo de sus jóvenes existencias un inmenso salto tecnológico y social. Desde el viejo disco de vinilo, cuya producción estaba totalmente controlada por el Estado, hasta la nueva oleada de estudios independientes donde los temas ya ni siquiera "se queman" en CD, sino que se preparan para el streaming.
"Me escucharán en cualquier parte del mundo, porque estaré allá arriba", comenta Nina. Cuando canta en el estrecho estudio forrado con madera piensa en "la nube" y en el enorme potencial de su voz online.