1/10La brillante adaptación ha corrido a cargo de Konrad Morales Manero, quien junto al resto del equipo logra una obra auténticamente cubana/Yasser Expósito
2/10Esta coproducción entre Victoria Teatro y Espacio Teatral Aldaba exhibe un ritmo contemporáneo, un discurso valiente, diáfano/Yasser Expósito
3/10La actriz Karla Menéndez es Kera, una estudiante de preuniversitario insolente, cruel y despiadada/Yasser Expósito
4/10La Habana es sacudida por una ola de violencia y se sospecha que se trata de un asesino en serie/Yasser Expósito
5/10Una joven reportera y un camarógrafo se encuentran ante la disyuntiva ética que cuestiona el control de los medios y la imposibilidad de ofrecer la información/Yasser Expósito
6/10Las entrevistas para el trabajo periodístico revelan una Habana profunda, de los márgenes, el abandono y los bajos fondos/Yasser Expósito
7/10Anniet Forte y Erick Morales Manero, que interpretan a los periodistas, mantienen todo el tiempo un excelente duelo escénico/Yasser Expósito
8/10Humor e ironía también están presentes, además de un logrado uso de los materiales audiovisuales, que constituyen una parte esencial en el discurso/Yasser Expósito
9/10La obra reflexiona sobre los adolescentes y las posibles causas que generan la violencia en la Cuba de hoy. La protagonista explica haber librado a los niños y a los ancianos de su sufrimiento, como partes más sensibles de la sociedad/Yasser Expósito
10/10Morales y Ortega no pierden el pulso en esta propuesta de verdadero y buen teatro político, en términos de búsqueda y contextualización sociológica de la realidad cubana actual