Intelectuales oficialistas preocupados por el borrado de “la memoria histórica”
La Habana/La preocupación acerca de “los intentos por borrar la memoria histórica, edulcorar el pasado prerrevolucionario y desmovilizar las conciencias” marcó la reunión sostenida este martes entre Miguel Díaz-Canel y la presidencia de la Unión de Escritores y artistas de Cuba (UNEAC).
El primer vicepresidente también señaló insuficiencias en la aplicación de los acuerdos del VIII Congreso de la UNEAC y reiteró las advertencias sobre el “enemigo histórico” que intenta destruir la Revolución. En las discusiones salió a relucir el impacto de la circulación de materiales audiovisuales –sin control del Estado– entre la población cubana.
Las instituciones culturales miran con reserva al llamado “paquete”, que compila series televisivas, copias de sitios digitales, películas y videoclips, entre otros, y que se distribuye de forma alternativa. Es frecuente encontrar en este compendio documentales críticos con el gobierno cubano y materiales históricos que cuestionan la versión oficial de los hechos.
A ese tema precisamente aludieron los presentes, entre quienes se encontraban Abel Prieto, asesor del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Julián González, ministro de Cultura y Alpidio Alonso del Departamento Ideológico del Comité Central del Partido Comunista.
El encuentro también tuvo lugar en medio de una encendida polémica en el mundo intelectual cubano motivada por la suspensión de una exposición del pintor Pedro Pablo Oliva el pasado 7 de septiembre. La postergación por parte de autoridades culturales de la muestra Utopías y disidencias ha generado la solidaridad de varios artistas y la suspicacia entre otros creadores que temen una vuelta de tuerca en la censura.