Rubén del Valle asume “la total responsabilidad” de la cancelación de la exposición de Pedro Pablo Oliva
En una respuesta al pintor Pedro Pablo Oliva, que pedía explicaciones por la cancelación de su exposición Utopías y disidencias en Pinar del Río, el presidente del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, Rubén del Valle, asume "la total responsabilidad" y denuncia la intervención de "individuos con posiciones beligerantemente contrarrevolucionarias".
"Asumo la total responsabilidad por las decisiones adoptadas a nombre del Consejo Nacional de las Artes Plásticas, al estructurar y proyectar la estrategia de circulación y promoción de la exposición que Ud. nos presentó", asegura el funcionario al pintor, que señalaba en su carta abierta que no sabía si la decisión procedía de su provincia –Pinar del Río– o "vino de más arriba".
Así, del Valle, que se muestra sorprendido en su intercambio por todo lo manifestado por Oliva, le señala que ejerce "el derecho institucional a tomar las decisiones que estimemos pertinentes en la implementación de la política cultural, en la búsqueda de favorecer un clima propicio para la socialización y democratización de lo mejor de la creatividad visual contemporánea". En este punto, el funcionario deja entrever que, en su opinión, las políticas ministeriales favorecen, incluso, las manifestaciones artísticas de opositores. "Sería ingenuo de mi parte no tener en cuenta que además, en ese contexto afloran paralelamente, individuos con posiciones beligerantemente contrarrevolucionarias que han encontrado en estas circunstancias un excelente caldo de cultivo en el que desarrollar su activismo político."
Aunque Rubén del Valle destaca al inicio de su texto que el pintor le merece respeto y siente admiración por su obra, acaba criticando a Pedro Pablo Oliva. "Me resulta inadmisible su apreciación de que he sido orquestado o manipulado para ser la cara de una decisión tomada desde poderes ocultos", protesta.
"La propuesta fue exhibir la muestra primero en el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam, la institución más prestigiosa del país en ese campo, cuya gestión se ha caracterizado por defender el compromiso del arte y los artistas con la realidad y con su tiempo; y luego organizarla en Pinar del Río", asegura Rubén del Valle en relación a las diferencias mantenidas entre ambos por el orden del itinerario de la muestra. Pedro Pablo Oliva quería iniciarla en Pinar del Río, como estaba previsto, pero las autoridades le instaron a modificar el orden y empezar en La Habana, algo que el pintor rechazó.
"Hoy libelos de la contrarrevolución circulan con frenesí la noticia de que 'el régimen censura una exposición de Pedro Pablo Oliva'", se queja el funcionario, que finaliza ofreciendo diálogo al pintor. "Le reitero que creo en el diálogo directo, transparente, franco, y en la estatura moral de la palabra empeñada. (...) Creo y apuesto por el futuro de esta patria nuestra, forjado en un proyecto de emancipación y utopías; confío en la capacidad de la política cultural de la Revolución para generar y propiciar el diálogo, en el respeto a las posiciones del otro, y en la ampliación cada día más de los márgenes de la libertad de creación".
La exposición Utopías y disidencias fue suspendida, como adelantó 14ymedio el pasado 7 de septiembre, días antes de su inauguración –prevista para el día 10–, por "no existir condiciones subjetivas favorables en la ciudad de Pinar del Río para la apertura", según el Consejo Nacional de las Artes Plásticas.
