Siempre Laura
La Habana/Más de veinte años después de que impresionara al público con su magnética interpretación de la zorra en la obra Pinocho, la actriz Laura Ramos ha ganado en versatilidad y talento escénico. En aquel lejano verano de 1993, un grupo de jóvenes se reunió en el patio de una casa para darle vida a la historia de Carlo Collodi y la joven habanera comenzó así una exitosa carrera artística.
Ahora, radicada en Colombia desde 2007, Ramos llegará a la pantalla grande de ese país con Siempreviva, una cinta que aborda la toma del Palacio de Justicia colombiano por un grupo guerrillero en 1985. Basada en la obra del dramaturgo Miguel Torres y bajo la dirección de Klych López, la historia se va hilvanando a partir de la perspectiva de seis vecinos de una casa de inquilinato del barrio La Candelaria, en Bogotá.
"Nos concedimos el derecho de contar esta historia desde el lado de las víctimas: los sobrevivientes al dolor, a la ausencia, a la soledad, al silencio, a las verdades a medias, a las mentiras tejidas", asegura López. Para el director ha resultado vital que los espectadores puedan repasar aquellos hechos de hace treinta años, como los vivieron "los millones de colombianos encerrados en sus casas".
Siempreviva viene precedida por una campaña de crowdfunding, que permitió recolectar el dinero para finalizar la producción. La actriz cubana comparte el reparto con Laura García, Enrique Carriazo, Andrés Parra, Andrea Gómez, Alejandro Aguilar y Fernando Arévalo.
Ramos interpretó filmes como Cuarteto de La Habana, Las profecías de Amanda u Operación Fangio. En 2001 recibió el premio Coral a la Mejor Actriz Revelación por su trabajo en estas dos últimas cintas en el marco del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano. Sus seguidores no olvidan tampoco el increíble personaje que interpretó en Electra Garrigó junto al legendario Roberto Blanco en el teatro Irrumpe.
Para la inquieta artista, la nueva película ha significado no solo una experiencia enriquecedora para su carrera, sino que también le ha permitido vivir ese momento cuando "el arte cobra el significado que debe tener", según ha declarado a los medios.
Sobre su interpretación en Siempreviva, asegura que se siente privilegiada de poder tratar un tema que conlleva una "responsabilidad muy grande por el peso del personaje y por el tema tan sensible para el país, de heridas que todavía están abiertas". Y agregó: "Espero haberlo hecho con mucho respeto".
Respeto y también talento. El mismo que Laura Ramos mostró hace más de veinte años, por primera vez, frente al público que la aplaudía en una casona del Vedado.