1/10De la Nuez rescata en la exposición a los arquitectos cubanos de los ochenta que quisieron levantar una arquitectura occidental sin lograr hacerlo.
/ Cristina Abelló Aguilera 2/10La muestra ha contado con la colaboración del estudio de arquitectura con sede en París Atelier Morales, cuyo fundador, Juan Luis Morales, participó en muchos de los proyectos que se muestran y que recorren algo más de una década, desde el éxodo del Mariel a la legalización del dólar.
/ Cristina Abelló Aguilera 3/10'La utopía paralela' no va de edificios concretos sino de sueños urbanos. De entender la ciudad como un toma y daca entre construir e imaginar, patrimonio y futurismo, arquitectura y escala humana.
/ Cristina Abelló Aguilera 4/10“Sabíamos que era una utopía, que ninguno de aquellos proyectos iba a construirse, pero teníamos que hacerlos”, declaró Juan Luis Morales. El Colegio de Arquitectos fue cerrado y sus miembros trabajaban de forma conjunta pese a ser ignorados por el Estado.
/ Cristina Abelló Aguilera 5/10Todo ello pese a que el Estado era “el único que, paradójicamente, podría haber posibilitado la existencia de una arquitectura crítica proyectada a escala humana que más que construir edificios quería construir ciudades y más que ciudades, ciudadanía”, dijo De la Nuez.
/ Cristina Abelló Aguilera 6/10La exposición tiene ocho capítulos Ciudad Prólogo, Monumentos en presente, Una habitación en el mañana, Utopías instantáneas, Reconstruir el Malecón para romper el Muro, Guantánamo: última frontera de la guerra fría, La ciudad invisible y Luces de la ciudad.
/ Cristina Abelló Aguilera 7/10Los proyectos recogidos dejan de lado los estereotipos de La Habana Vieja y lleva hasta pueblos tradicionales como Cojímar, desastres periféricos como Alamar o el impacto de la caída del Muro de Berlín en Guantánamo.
/ Cristina Abelló Aguilera 8/10También se repasa la recuperación de Italo Calvino como “cubano” o el 'arte povera', que aborda el reciclaje como un dispositivo útil para avanzar.
/ Cristina Abelló Aguilera 9/10Los nuevos arquitectos también imaginaron un congódromo en honor de Chano Pozo o un centro de arte en el interior de una fábrica; una restauración de La Habana Vieja que preservara y diera protagonismo a las 'barbacoas'.
/ Cristina Abelló Aguilera 10/10“Todo este material no se había visto nunca y habla de los arquitectos nacidos con la Revolución. Es de una singularidad extraordinaria, porque se trata de una arquitectura occidental sin mercado”, dijo de la Nuez.
/ Cristina Abelló Aguilera