Les Voix Humaines, un festival de lujo que no volverá
La Habana/Cuando todavía quedan cinco días para el cierre del Festival Les Voix Humaines, ya se sienten los aires de despedida de un evento organizado por la oficina del maestro Leo Brouwer. Dirigida por la musicóloga Isabelle Hernández, la cita ha reunido desde el pasado 25 de septiembre a importantes figuras del panorama internacional como la agrupación estadounidense Take 6 y la cantante portuguesa Dulce Pontes. Sin embargo, con esta edición se pone punto final al tan aplaudido encuentro musical.
Les Voix Humaines nació con la intención de dar continuidad al concluido Festival Leo Brouwer y, desde sus inicios, tuvo como premisa fundamental la pluralidad de participantes, estilos y propuestas. Junto a las presentaciones musicales, las obras de teatro y las proyecciones de cine, el festival hizo también un llamado a la defensa del medio ambiente y una apuesta por la paz.
Su directora expresó en una reciente entrevista con la prensa oficial que este "es un festival inclusivo, sin prejuicios ni sectarismos". Dejó claro que el evento no se repetirá "porque es una empresa muy costosa y no hay suficientes patrocinios". Los problemas materiales vuelven a arrebatarle así a la audiencia cubana un invaluable regalo espiritual y artístico.
El festival ha debido bregar también con las anquilosadas estructuras del Ministerio de Cultura, aunque ha podido contar con espacios más eficientemente gestionados a la manera de la Fábrica de Arte Cubano (FAC). Pero no ha sido suficiente. Algo de tal envergadura hubiera necesitado una mayor difusión en los medios nacionales y más amplia disponibilidad de recursos.
El evento no se repetirá “porque es una empresa muy costosa y no hay suficientes patrocinios”
Les Voix Humaines logró acumular cuotas innegables de talento creador e interpretativo gracias al prestigio y la amplia convocatoria del guitarrista y director de orquesta Leo Brouwer. Fue su don de gente y sus excelentes relaciones personales las que convocaron a figuras como el contratenor alemán Andreas Scholl y la cantante Tania Libertad.
Los tropiezos materiales y el mal estado de muchos escenarios habaneros se han sentido, como en el caso del concierto del pianista cubano Marcos Madrigal junto a la soprano Johana Simón programado para el cine 23 y 12, en el Vedado, que por desperfectos con el aire acondicionado ha debido trasladarse al cine Chaplin. A pesar del tropiezo, los espectadores aún tienen la oportunidad de escuchar el próximo viernes una selección de la ópera La voz humana (1930) del francés Francis Poulenc, sobre un libreto de Jean Cocteau.
Como a un visitante veloz que toca a la puerta, nos deslumbra y se va corriendo hacia otro lugar, así los cubanos tendremos que decirle "hola y adiós" a este evento. No obstante, aún queda la esperanza de que la puerta no se haya cerrado del todo y un soplo de recursos, apoyos y patrocinios haga retornar a Les Voix Humaines a los escenarios nacionales.