¿Deben los líderes extranjeros reunirse con la sociedad civil cuando visitan la Isla?
Los actores de la sociedad civil son los interlocutores más legítimos para expresar las inquietudes y demandas de la población
La delegación revolucionaria cubana, la verdadera sociedad civil, (...) no podemos estar en el mismo espacio (...) de una supuesta sociedad civil (...) que está pagada y está manipulada
La llegada a Cuba del presidente francés François Hollande ha avivado la polémica acerca de si los mandatarios y otros líderes extranjeros de visita en la Isla deben reunirse con representantes de la sociedad civil. El debate se ha intensificado desde que se anunció que la agenda del presidente francés, François Hollande, en tierra cubana solo incluía un encuentro con el cardenal Jaime Ortega y Alamino como representante de la sociedad civil.
Otros presidentes y líderes internacionales que han visitado el país en los últimos años han optado también por no tener contacto con opositores ni activistas independientes. El argumento para esa decisión radica en no ofender a los anfitriones y tratar de quitar obstáculos en el camino del entendimiento con la Plaza de la Revolución. Mientras, las propias autoridades de la Isla no le reconocen legitimidad a esos grupos independientes.
Por su parte, los activistas arguyen que representantes del Gobierno cubano reciben y se encuentran en el extranjero con políticos que pertenecen a la oposición en sus respectivos países y también con líderes de la sociedad civil de otras naciones. También denuncian que una agenda exclusivamente oficial nunca acercará al visitante a los problemas reales del país y le hará llevarse una visión sesgada de la realidad cubana.
¿Contactar o no con la sociedad civil? Parece ser una de las preguntas de más difícil respuesta para quienes se plantean un viaje a Cuba.