Las fugas, los apagones y las lluvias son un maleficio para la Liga Élite de béisbol en Cuba
Una falla eléctrica obliga a suspender el juego entre Sancti Spíritus y Matanzas en el estadio espirituano José Antonio Huelga
La Habana/Un apagón por una falla eléctrica en dos torres del alumbrado del estadio José Antonio Huelga obligó a suspender este jueves el cuarto juego entre los equipos de Sancti Spíritus y Matanzas, correspondiente a las subseries de la II Liga Élite. El inicio del encuentro se había retrasado por las lluvias, que han afectado a la Isla en los últimos días.
El juego en el estadio fue suspendido cuando los espirituanos llevaban ventaja de una carrera. "Lanzaban en el compromiso, el derecho Albert Valladares por los Gallos y el zurdo Denis Quesada por los Cocodrilos", contó el periodista Maikel Martín Gallego al diario oficial Escambray. El encuentro se reanudará cuando el conjunto del Yayabo visite el estadio Victoria de Girón, de la Atenas de Cuba, asegura.
La lluvia también obligó a reprogramar el juego del martes pasado entre los Leones de Industriales y las Avispas de Santiago de Cuba, que se desarrollaría en el estadio Guillermón Moncada, informó en sus redes sociales el periodista Boris Luis Cabrera Acosta.
La capital santiaguera sufrió en los últimos días fuertes precipitaciones que afectaron el oriente de la Isla y que dejaron severos daños en la vecina provincia de Holguín.
El béisbol cubano vive una pesadilla a la que se ha sumado también el maleficio de los apagones, aunque este era previsible. Pese a los constantes cortes de energía que se sufren en la Isla, el comisionado nacional Juan Reinaldo Pérez Pardo anunció a inicios de este mes, juegos a partir de las 6:30 de la tarde, con excepción del estadio 26 de Julio, de Artemisa, donde los partidos están programados a las 13:30 horas.
La lluvia también obligó a reprogramar el juego del martes pasado entre los Leones de Industriales y las Avispas de Santiago
La pelota cubana no logra exorcizar los males que ha dejado la fuga de atletas, que se refleja en el torneo local. La segunda edición de la Liga Élite resultó poco atractiva para 24 peloteros que declinaron participar por distintas razones antes de su inicio el 7 de noviembre pasado, mientras que otros 20 atletas causaron baja.
El aliciente de que el ganador del torneo represente a Cuba en la Copa Antillana de Puerto Rico ya no es suficiente. La postura de los atletas tuvo repercusiones. El federativo Pérez Pardo y el director de la Liga Élite, Carlos Martín, advirtieron que con respecto a "aquellos atletas que no quieren jugar la Liga u otro torneo nacional, será una actitud tomada en consideración para integrar un equipo nacional".
Los atletas prefieren dejar la Isla en la búsqueda de firmar con algún club de las Grandes Ligas de Estados Unidos. Este fue el caso del picher cubano Marlon Vega, que hace unas semanas viajó a México y esta semana firmó contrato con los Mayos de Navojoa en la Liga del Pacífico.
Leodan Reyes, que pidió su baja del béisbol el año pasado, llegó el domingo a un acuerdo con el equipo estadounidense Washington Nationals. Según el periodista Francys Romero, el natural de Pinar del Río recibirá un bono de 60.000 dólares cuando firme su contrato el próximo 15 de enero.
Sin figuras de brillo y lustre, la afición cubana ha mostrado su apatía ausentándose de las gradas en la II Liga Élite. "Tras cada inning, los estadios parecen suspirar con una ausencia notoria, pincelando un paisaje inusual que invita a la reflexión", publicó Play-Off Magazine. "La decisión de no acudir al estadio es un eco de insatisfacción, un grito mudo que reverbera por los pasillos, recordándonos que el béisbol es más que un juego: es un pacto simbólico entre las tribunas y el terreno sagrado".
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