Despedida por la selección cubana, Yulenmis Aguilar destaca en París bajo la bandera de España
Este sábado alcanzó el sexto lugar durante la final de lanzamiento de jabalina en los Juegos Olímpicos
Ciudad de México/“Me voy a casa satisfecha. Sobre todo, pensando de dónde vengo, cómo ha sido la temporada y no queda reprocharme nada porque yo sé que di todo en la pista”. Así se despidió la atleta cubana Yulenmis Aguilar frente a la cadena españolaRTVE este sábado, tras obtener el sexto puesto, con una nada despreciable marca de 62.78 metros, en la final de lanzamiento de jabalina en los Juegos Olímpicos. Maltratada por la selección nacional, la deportista de Guantánamo abandonó la Isla en 2020 y se asentó en España, país al que representó este año en París
La medalla de oro quedó en manos de la japonesa Haruka Kitaguchi, campeona del mundo en Budapest 2023, que alcanzó una marca de 65.80 metros y aseguró el triunfo de manera indiscutible. Mientras que la medalla de plata fue para Jo-Ane van Dyk, de Sudáfrica, quien alcanzó los 63.93 metros, y el bronce para la checa Nikola Ogrodnikova, con 63.68 metros.
La cubana-española llegó a la contienda con el logro de haber sido novena en la clasificación general, con una marca de 61.95 metros que le abrió las puertas de la final a pesar de no atravesar su mejor momento. Está clasificada en el lugar 35 en el ranking mundial, un puesto en el que cayó por diversas lesiones en los últimos meses, de las que se ha ido recuperando con un fuerte tratamiento de fisioterapia que le permitió competir en París.
Maltratada por la selección nacional, la deportista de Guantánamo abandonó la Isla en 2020 y se asentó en España, país al que representó este año en París
A pesar de llevar cuatro años viviendo en Galicia, Aguilar no ha perdido ese humor típico de la Isla y, con un marcado acento cubano, dijo a las cámaras de Televisión Española que ese sexto lugar en París era como si se “hubiese tomado un capuchino sin azúcar, que es rico…¡pero le faltó algo!”.
Durante toda su carrera deportiva en Cuba, Aguilar nunca se sintió tan arropada como ahora. “He sentido el apoyo como no lo he sentido nunca en mi carrera deportiva, jamás había sentido tanto, tanto, apoyo. Tanto de españoles, como del público aquí presente, de todos lados”, agradeció este sábado la cubana, que este año también se apuntó el quinto lugar en el Campeonato Europeo de Atletismo de Roma.
Esa satisfacción y ese agradecimiento del que hablaba Aguilar en su plática con la prensa, no fueron para Cuba, sino para España, que desde hace cuatro años es su nuevo hogar y que le ha dado la oportunidad de reconstruir su carrera deportiva a pesar de que atravesó “un calvario” luego de dejar la Isla.
'Como si me hubiese tomado un capuchino sin azúcar, que es rico…¡pero le faltó algo!', dijo la cubana
Apenas en abril de este año, poco antes de que dieran inicio los Juegos Olímpicos de París, finalmente obtuvo la nacionalidad española, luego de un largo proceso que se volvió burocráticamente tedioso y que estuvo estancado más de tres años.
Su quiebre con la selección cubana de atletismo se produjo en 2018, regresando de los Centroamericanos de Barranquilla, donde alcanzó el bronce, en vez del oro que le habían impuesto como meta. Así, sin más, fue descartada de un plumazo. La atleta ha contado que le dijeron que "no contaban con ella para la siguiente temporada" a pesar de que seguía siendo mejor que sus compañeras a las que les sacaba hasta cinco o seis metros en sus lances.
Las expectativas sobre su desempeño por parte de la selección cubana se basaban en sus éxitos juveniles, que incluyen haber sido medalla de plata en el Mundial Juvenil en 2013, o ganar en 2015 el oro en los Juegos Panamericanos de la Juventud, pero nunca estuvieron acompañadas de un apoyo para consolidar su carrera en instancias mayores.
"Me colgué la medalla de bronce y, para ellos, no fue suficiente. Me llamaron por teléfono y me dijeron que ya no contaban conmigo para la selección nacional. Ahí me vine abajo, mental y psicológicamente. Llevaba toda mi vida dedicada a esto y que me dijeran que ya no contaban más conmigo, me hizo pasar meses muy largos y duros", relató en febrero a Relevo.
Su repentino despido la hizo entrar en depresión y las lesiones que venía arrastrando en las rodillas, los hombros y los codos la obligaron a retirarse temporalmente. También había subido 10 kilos, lo que es un problema para una atleta profesional. Pero en España encontró una segunda oportunidad donde ahora no solo defiende los colores de la selección nacional de atletismo, sino que también los del Club de Atletismo Valencia, donde compite desde 2022 y que la ayudó a renacer a los 28 años.