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Enmanuel Reyes, el cubano que pasó de la cárcel en Alemania a una medalla para España en París

JJ OO

En 2019, el atleta abandonó la Isla en busca de un mejor futuro y realizó la travesía para llegar a España por Rusia, Bielorrusia, Austria, Alemania y Francia

En España lo conocen como "El Profeta", es el cubano Enmanuel Reyes Pla / Europa Press
14ymedio

03 de agosto 2024 - 00:29

“Vamos por la medalla” de oro, dice el pugilista cubano Enmanuel Reyes Pla, El Profeta, tras asegurar el metal de bronce para España. “Estamos listos para darlo todo, hacer ruido y hasta prender fuego a la Torre Eiffel si es necesario”. 

El Profeta venció al belga Victor Schelstraete y con ello le otorgó un lugar en el podio al país ibérico tras 24 años de sequía olímpica en esta disciplina. La euforia de este cubano lo lleva a decir: “Incluso levantaríamos a Napoleón de su tumba para decirle que aquí estamos nosotros”.  

El habanero, de 31 años, se centra en su preparación para enfrentar a su compatriota también emigrado, que defiende la bandera de Azerbaiyán, Loren Berto Alfonso. El ganador peleará por el oro en París 2024. 

Seis años atrás, Reyes buscaba un lugar entre los atletas de la Isla. Aunque era parte del equipo nacional y había tenido un nivel aceptable en las categorías de los 80 y los 90 kilogramos, siempre se sintió como la segunda opción. “El tiempo pasaba y podía hacer dos cosas: quedarme allí y hacerme viejo o buscar una salida”, contó al diario deportivoRelevo.

Enmanuel Reyes Pla aseguró la medalla de bronce para España / EFE

Reyes se cansó de esperar y decidió abandonar Cuba en 2019. En A Coruña (España) tenía familia, pero para llegar a ese destino debía realizar un periplo que iniciaba en Rusia y seguía por Bielorrusia, Austria, Alemania y Francia. 

“Al ser comunistas, a Rusia se nos permitía volar desde Cuba. Gran parte de la inmigración que venía a Europa hacía la misma ruta. Pasaban a Bielorrusia, que tenía frontera con Polonia, y después había que ir cruzando países hasta llegar al destino que querías”, dijo El Profeta al mismo periódico deportivo.

El plan no fue tan sencillo, el pugilista se internó en Bielorrusia, donde trató de cruzar a Polonia, pero se dio cuenta de que sin papeles no lo podría conseguir, así que retornó a Moscú. Luego de juntar dinero se desplazó hasta Austria, donde le aconsejaron pedir asilo, pero no contaba con que lo llevaran a un campo de refugiados donde lo mantuvieron durante un mes pasando “hambre y frío”, señaló el diario españolElConfidencial

Su inexperiencia llevó a Reyes Pla a continuar su travesía en ómnibus, pese a llegar a Alemania, en la frontera con Francia lo detuvieron y lo devolvieron. “Si no tienes papeles, en las fronteras te paran”. El atleta estuvo preso más de un mes en el país teutón por portar documentos falsos y tras su liberación fue deportado a Austria.

Con el apoyo económico de su tío, en Austria compró un boleto con destino a Barcelona (España). Recuerda que camino al aeropuerto pensaba que la Policía le pediría el pasaporte y “todo se acabaría”. No fue así. “Luego me enteré que al entrar en el espacio Schengen no era necesario. Así pude llegar a España y reunirme con mi familia”. Se reencontró con su abuela, su padre y su tío, que está a cargo del bar El Cubanito. 

Con una condición física menoscabada se presentó ante Chano Planas, un promotor y preparador que lo acogió en A Coruña. Al ver que tenía estancia irregular en España, le sugirió debutar en el campo profesional, donde podrían obtener una licencia. En eso estaban cuando le llamó Rafa Lozano, el seleccionador español, y lo invitó a trasladarse al Centro de Alto Rendimiento Blume, en Madrid, lo que representó una vía para obtener los papeles. 

La naturalización para Reyes llegó en enero de 2020 y pudo clasificarse a los Juegos Olímpicos en Tokio 2020. Un eventó al que llegó “a arrancar cabezas”. Esa declaración, asegura, fue sacada de contexto.

Enmanuel Reyes salió en 2019 de la Isla en busca de un mejor futuro / Captura de imagen/El Desmarque

Debutó con un nocaut al kazajo Vassiliy Levit. Su siguiente rival fue el campeón olímpico Julio César La Cruz. Para el preparador Chano Planas, la misión de este cubano era acabar con el “gusano” que los había abandonado. El atleta de la Isla triunfó y gritó: “¡Patria y vida, no!; ¡patria o muerte, venceremos!”. 

A Reyes le quedó la sensación de un robo. “Me siento ganador, a lo mejor influyó su palmarés. Por culpa de los jueces no me llevo la medalla”, declaró El Profeta al finalizar el combate. 

Los meses siguientes los llevaron a pensar en el retiro. “No quería saber nada de boxeo, el bajón fue grandísimo”, dijo al diarioAS. El apoyo de sus compañeros de equipo Ayoub Ghadfa y Jazi Jalidov lo llevaron a convertirse al Islam. “Siempre le digo a la gente que Dios y yo nos entendemos, que no le den más vueltas. Siempre he creído que hay alguien que nos protege y después de leer mucho, decidí convertirme”.

El Profeta quiere hacer ruido en París, piensa en la medalla de oro, en ser el mejor de su categoría en los Juegos Olímpicos.

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