Mientras un equipo de EE UU contrata a Rosir Calderón, el voleibol cubano vive de recuerdos

La Habana/El equipo estadounidense de voleibol de San Diego Mojo reforzó su plantilla con la contratación el lunes de la cubana Rosir Calderón, de 39 años. La atleta ha sido presentada como la líder que condujo a las Morenas del Caribe en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 a la conquista de la medalla de bronce. 

La voleibolista, que en Pekín 2008 fue nombrada mejor atacante, fue destacada por la entrenadora del equipo, Tayyiba Haneef-Park, como una “atleta distinguida”. Haneef-Park confía en que aporte “un nivel incomparable de liderazgo, experiencia y mentalidad ganadora a nuestro equipo”.

Además, subraya que la habanera naturalizada rusa en 2014 “es una jugadora versátil y espero que sus contribuciones tengan un impacto significativo en nuestra búsqueda por lograr otro campeonato”.

Calderón se une a las bloqueadoras centrales Ronika Stone y Rainelle Jones, la atacante Kendra Dahlke y la líbero Shara Venegas, todas contratadas para la temporada 2025.

Calderón se une a las bloqueadoras centrales Ronika Stone y Rainelle Jones, la atacante Kendra Dahlke y la líbero Shara Venegas

Calderón, de 1,90 metros de estatura, fue elegida la mejor atacante en el Montreux Volley Masters de 2007, donde Cuba ganó la medalla de plata. En el Campeonato Mundial de Voleibol Femenino (2006) quedó séptima. Encabezó la victoria de las Morenas del Caribe en las eliminatorias de los campeonatos de 2006, recibiendo los galardones de jugadora más valiosa y mejor atacante por su desempeño. Antes de eso, Calderón guió al equipo nacional de la Isla al cuarto lugar en el Grand Prix Mundial de 2005.

Rosir Calderón es hija de Luis Calderón, quien representó a Cuba en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972. Además, entrenó al equipo nacional femenino en Sídney 2000, donde obtuvo la medalla de oro, y en Atenas 2004, en el que logró la presea de bronce. Su madre es la también voleibolista Erenia Díaz, que compitió por la Isla en Moscú 1980.

Desde que salió de Cuba, la carrera de Calderón fue en ascenso. La temporada pasada militó en el AEK de Atenas, con los que consiguió el tercer lugar de la liga griega de primera división. Previo a su etapa en Atenas, jugó en la temporada 2021-22 con el Bolu Belediyespor de Turquía, antes defendió los colores del Bandung Bank BJB Pakuan de Indonesia en la temporada 2019-20.

Mientras Rosir Calderón llega a EE UU, el régimen vive de recuerdos en el voleibol. El equipo nacional no logró clasificarse a París 2024. Sin embargo, el medio oficialista Jit se ha dado a la tarea de publicar el récord olímpico de podios consecutivos de las Morenas del Caribe: oro en Barcelona 1992, Atlanta 1996 y Sídney 2000; bronce en Atenas 2004.

La publicación hace un recorrido del equipo nacional pero omite, como suele suceder, hablar de las fugas y de las carencias del voleibol cubano. Reconocen que desde el cuarto sitio en Pekín 2008, “Cuba no volvió a esas confrontaciones, pero las páginas escritas por sus Morenas del Caribe ocupan un capítulo imborrable que ojalá devenga acicate que le conduzca a su regreso al concierto olímpico”.

El voleibol cubano es uno de los deportes que ha presentado un deterioro en infraestructura, lo denunció en abril pasado Perlavisión

En junio pasado Odaimis Naomi Leliebre Palma, integrante del equipo nacional, y Ronald Luis Limonta Massó, jugador de la selección sub-21, abandonaron la concentración de sus equipos.

Palma aprovechó la escala de grupo en Tampa para escapar. Limonta Massó escapó en México antes del debut del equipo nacional sub-21 en el Campeonato Continental Masculino Norceca. 

El voleibol cubano es uno de los deportes que ha presentado un deterioro en infraestructura. En abril, la televisión oficialista Perlavisión denunció las pésimas condiciones en que entrenan los voleibolistas en Cienfuegos. Pese a ello obtuvieron buenos resultados en los campeonatos nacionales de primera categoría.

Una de las jugadoras mostró su preocupación por entrenar en un tabloncillo roto. “Debes tener demasiado cuidado para no caer dentro del hueco. Tienes que tener el tabloncillo prácticamente medido”, expuso.