Lluvia bajo techo en la sala Kid Chocolate
Las filtraciones hacen resbalar a las jugadoras del torneo universitario Copa Giraldilla
La Habana/El evento de fútbol sala universitario Copa Giraldilla, que se celebra en la Sala Polivalente Kid Chocolate del 7 al 18 de mayo, ha coincidido con días de intensas lluvias en La Habana. La cita deportiva ha tenido que lidiar con los problemas de filtraciones de la instalación y con el continúo mojado de su tabloncillo de madera.
Aunque a las jugadoras se las ve entusiastas durante los partidos, no han faltado los resbalones y caídas debido al agua que se acumula en el suelo, percances que provocan un masivo apoyo del público a las atletas cuando vuelven a levantarse y continúan la contienda.
En el terreno, una joven evade un gran charco para tratar de llegar con la pelota a la portería.
Los espectadores apoyan a sus deportistas para que no se desanimen por los problemas de la infraestructura, mientras ellos mismos sufren también la entrada de la lluvia en la zona de las gradas. "Hay algunas partes donde nadie puede sentarse porque termina empapado", protestaba este fin de semana un joven, visitante frecuente del lugar.
Los espectadores apoyan a sus deportistas para que no se desanimen por los problemas de la infraestructura, mientras ellos mismos sufren también la entrada de la lluvia en la zona de las gradas
En la Sala Kid Chocolate, ubicada frente al Capitolio, se han jugado desde la Liga Nacional de voleibol hasta importantes torneos de boxeo. En fecha reciente sirvió de escenario para la final del primer Campeonato Nacional de Fútbol Callejero y en varias de sus áreas se practican otros deportes, como el judo.
Fue construido en 1991 cuando La Habana ofició como sede de los XI Juegos Panamericanos en medio de la peor crisis económica que ha vivido la Isla en las últimas décadas. Más de dos décadas después, la Kid Chocolate ejemplifica como tantas otras instalaciones deportivas el deterioro que sufre el sector por la falta de recursos y la excesiva estatización de su infraestructura.
"Es una pena, porque las goteras están dañando seriamente el tabloncillo y cuando haya que reparar costará mucho más que sellar solo el techo", calcula un vecino del lugar. "Así no se puede tener un juego de calidad, porque las jugadoras tienen que estar pendientes todo el tiempo de las áreas que están mojadas", opina.
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