El medallista Javier Sotomayor duda del futuro del atletismo cubano

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“Hay falta de zapatos especializados, escasez de gimnasios y no hay competencias”, dice el exponente en salto de longitud

El campeón olímpico cubano en Barcelona 1992 y plata en Sídney 2000, Javier Sotomayor.
El campeón olímpico cubano en Barcelona 1992 y plata en Sídney 2000, Javier Sotomayor. / Instagram/@245sotomayor
14ymedio/Swing Completo

14 de octubre 2024 - 21:46

La Habana/“Las instalaciones están en mal estado, hay falta de implementos, de zapatos especializados, escasez de gimnasios y no hay competencias”. El campeón olímpico cubano en Barcelona 1992 y plata en Sídney 2000, Javier Sotomayor, se expresó este sábado con contundencia en el grupo de WhatsApp Atletismo sin Fronteras sobre la crisis actual del atletismo en la Isla.

“El futuro del atletismo cubano para mí está en duda”, dijo el atleta, que reside entre Guadalajara, España, donde entrena su hijo, y La Habana, donde regenta un bar, el 2,45, llamado así por el récord mundial que marcó en 1993 en salto de altura. “Tenemos atletas establecidos y jóvenes con mucho talento, así como entrenadores capacitados, pero la infraestructura no es la adecuada y más que todo en la base”, subrayó.

Sotomayor lamentó también que no se cuente en la Isla con infraestructura para la disciplina en la que él sobresalió. “Para la práctica de un evento técnico es necesario desde temprana edad ir haciendo correcciones, por eso llegan a la preselección nacional con defectos casi incorregibles”.

En los pasados Juegos Olímpicos de París, Luis Enrique Zayas, no pudo superar en salto de altura la marca de 2,27 metros establecida como requisito por los organizadores para la fase clasificatoria. Al final de su participación, confesó que sólo había tenido “diez semanas de entrenamiento, las primeras incluso sin estar al cien por ciento”.

Sotomayor lamentó también que no se cuente en la Isla con infraestructura para la disciplina en la que él sobresalió.
Sotomayor lamentó también que no se cuente en la Isla con infraestructura para la disciplina en la que él sobresalió. / Instagram/@245sotomayor

El éxodo es otro de los problemas que aquejan al deporte cubano y el atletismo no es la excepción. La crisis fue puesta de manifiesto el año pasado por el comisionado nacional de atletismo Rolando Charroo, tras el fracaso en el XIX Campeonato Mundial de Budapest. 

En aquella ocasión, el funcionario lamentó la falta de “corredores capaces de sostenerse en la élite de pruebas como los 400 y 800 metros y los 100, 110 y 400 con vallas, en que hemos tenido figuras de probado éxito”.

Las pésimas condiciones para la preparación de los atletas ha obligado a varios a emigrar. Uno de esos casos fue el de Roger Valentín Iribarne que en 2021 pidió su baja por “falta de motivación”. Encontró en el club Benfica de Portugal las condiciones para su desarrollo deportivo y en julio pasado conquistó la medalla de oro en los 110 metros con vallas en la Liga del Diamante celebrada en Silesia, Polonia.

Reynier Mena, al igual que Valentín Iribarne, se refugió en el club Benfica. En un año en Portugal mejoró sus números. En julio de 2022, en La Chaux de Fonds, este velocista bajó de la barrera de los 10 segundos en los 100 metros planos con una marca de 9,99 segundos y en los 200 metros registró 19,63 segundos.

En París el podio en la prueba de salto de longitud fue dominado por cubanos en el exilio. Jordan Díaz, que representa a España, se quedó con el oro. La plata y el bronce fueron para Pedro Pablo Pichardo (Portugal), con 17,84, y Andy Díaz (Italia), con 17,64.

Ante la ausencia de figuras, las autoridades cubanas debieron “reinsertar” al saltador Juan Miguel Echevarría con miras a las olimpiadas en la capital francesa. Sin embargo, el subcampeón olímpico en Tokio 2020 quedó fuera de París por no aparecer en ninguna competición que le permitiera lograr la marca mínima exigida para asistir al evento.

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