“Mi política es el deporte”

Osleni Guerrero comenzó a practicar el bádminton con solo ocho años, cuando estaba en tercer grado de la escuela primaria. (14ymedio)
Osleni Guerrero comenzó a practicar el bádminton con solo ocho años, cuando estaba en tercer grado de la escuela primaria. (14ymedio)
Reinaldo Escobar

06 de diciembre 2016 - 08:59

La Habana/Aunque Osleni Guerrero es una estrella en el bádminton mundial, en su apartamento del capitalino barrio del Vedado apenas conserva un par de trofeos. El resto de sus galardones ocupa dos paredes en la casa de su madre. Ella es la fanática número uno que lo espera en el aeropuerto y, después de los besos, le exige que le entregue la nueva medalla.

En la sala de la pequeña vivienda habanera, el deportista conversó este domingo con 14ymedio. Un momento para repasar su vida desde que nació hace 27 años, en Centro Habana, y donde desde muy temprano se interesó por los deportes, para terminar inscribiendo su nombre en lo más alto de las listas internacionales de la especialidad.

Los dedos de la mano derecha de Guerrero nada tienen que envidiar a los de un violinista. Cuando conversa, mira a los ojos de su interlocutor y, sin dejar de sonreír, se ufana de que su verdad se la dice a quien quiera saberla. Su pequeña hija de cuatro años, Eliani, no cesa de jugar con su padre mientras el atleta cuenta sus logros y sueños.

El bádminton entró en Cuba a finales de los años ochenta como deporte recreativo. En esa época de relativo florecimiento, en algunas tiendas vendían las raquetas y los volantes, pero todavía no se le consideraba un deporte competitivo.

"Había practicado varios deportes, entre ellos lucha, judo y karate, que empecé con cinco años en el Centro deportivo Vicente Ponce Carrasco", cuenta con cierto orgullo. Cuando estaba en tercer grado, fue captado para el bádminton. "Tenía ocho años. Por ser fanático de los deportes me apunté y fue así que di mis primeros pasos en esta especialidad", rememora.

Si se le pregunta quiénes son sus adversarios de consideración en Cuba, se demora en responder. Busca una fórmula de modestia, con la que asegura que "todos son rivales, entre ellos los compañeros de la selección nacional que entrenan conmigo a diario". Porque Guerrero les brinda la posibilidad de que "topen con un nivel alto" pero ellos también le "aportan cosas".

Según las estadísticas oficiales, Osleni Guerrero es el número uno en Cuba y oscila entre los tres primeros lugares en América

Según las estadísticas oficiales, Osleni Guerrero es el número uno en Cuba y oscila entre los tres primeros lugares en América (incluyendo a Estados Unidos y Canadá). En la clasificación mundial ronda el puesto 50.

Fuera de Cuba, el más reconocido de sus rivales es el guatemalteco Kevin Cordón, un temible zurdo que le ha ganado ocho veces frente a las seis en que el isleño ha podido derrotarlo. Le siguen los norteamericanos Howard Shu, quien en 10 encuentros nunca le ha vencido, y Bjorn Seguin, con una relación de dos a seis a favor del cubano.

Guerrero se lamenta de la ausencia de una instalación oficial para competir en bádminton en Cuba. "Hemos competido en la sala Kid Chocolate (frente al Capitolio de La Habana) y ahora lo hacemos en la Ciudad Deportiva. Estas instalaciones nos prestan servicio para los eventos, pero no tenemos una propia".

La cita más importante de este deporte en Cuba es el Torneo Internacional de Bádminton Giraldilla, que se realiza cada año en el mes de marzo. Desde que Guerrero empezó a participar, hace 13 años, ha ganado el oro seis veces y la plata o el bronce en el resto de las ocasiones. Casi siempre juega en solitario y rara vez en la modalidad de mixto con la participación de una jugadora.

¿Es usted un atleta profesional? "Sí, todos los eventos en que he participado son profesionales, una vez que son pagados ya son profesionales. La firma de raqueta Yonex me patrocina. Hasta el 2011 me patrocinaba Adidas, pero en una competencia internacional que se hizo ese año gané plata y la firma de implementos deportivos que tiene la marca Yonex se interesó por mí. Desde entonces mi raqueta ha sido Yonex. Fue muy sencillo, me hicieron el contrato y se comprometieron a apoyar financieramente mi participación en los campeonatos".

El contrato con esta marca se realizó bajo el amparo de la Federación Panamericana de Bádminton, que guía al atleta y lo apoya en el exterior. En ocasiones, aclara Guerrero, "si ha sido necesario poner alguna plata para garantizar mi participación, entonces la institución oficial del deporte cubano, el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), la ha puesto. Ellos también gestionan los asuntos burocráticos de mi salida del país, como el pasaporte y otros detalles".

Guerrero se lamenta de la ausencia de una instalación oficial para competir en bádminton en Cuba

Cuando compite en los Juegos Centroamericanos, Panamericanos u Olímpicos la medalla va a parar a la cuenta de Cuba, pero en los eventos profesionales, ¿a quién representa Osleni Guerrero? ¿A la marca Yonex o a su país?

"La marca siempre debe estar visible. En un evento panamericano me subo al podio con el uniforme del equipo Cuba, se iza la bandera y se escucha el himno, pero jugué con la raqueta de la marca que me representa. En los otros, los profesionales, siempre llevo conmigo algo que me identifica como cubano y mis patrocinadores nunca protestan por eso".

Cuando Guerrero está en el terreno de juego le gusta "defender", pero normalmente siempre está a la ofensiva. Considera que en su especialidad el saque "es noble" y con "el volante no se pueden hacer efectos porque entonces pierde velocidad y lo regalas al contrario". Se define como "un atacador, definitivamente".

Buque insignia de su deporte en la Isla, este habanero aguarda porque se sumen nuevos rostros a la arena profesional, aunque reconoce que "en los últimos años atletas juveniles han podido participar en eventos importantes. En esta temporada antes de cerrar el 2016 tuvieron la oportunidad de participar tres y hasta cuatro atletas en los panamericanos juveniles, pero amateur".

Nunca ha tenido la tentación de quedarse a vivir en el extranjero. Asegura que con los atletas cubanos "siempre ocurren cosas como que viene alguien haciendo ofertas para que uno se quede del otro lado" pero en su caso no ha sido una gran tentación porque ya tiene los "objetivos trazados".

Se siente orgulloso de haber nacido en esta isla, porque "a pesar de los problemas que hay, se sale adelante" y aclara que su mundo es el deporte. "Mi política es el deporte, mi lucha es el deporte. A través de mi deporte salgo a defender mis derechos".

El mayor anhelo de Guerrero sigue siendo que los atletas de bádminton en Cuba lleguen a "tener una casa propia, una instalación apropiada" para ese deporte. "Hasta ahora se ha hablado, pero todo se queda en el aire". Cuenta que "siempre sale a relucir el tema del bloqueo a la economía, pero se puede buscar una nave algo que se pueda transformar". Y Agrega: "Si nos rendimos ante las dificultades nunca vamos a avanzar".

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