¿De dónde vienen los problemas de conducta de Gourriel y Mesa?
El jugador y el mánager han sido sancionados recientemente por racismo e indisciplina, pero no son casos aislados en el béisbol cubano
La Habana/Parecía que en Cuba el interés por el béisbol agonizaba. Y no. Hace tiempo que no se hablaba tanto de pelota, especialmente de la nacional y la de las Grandes Ligas. Hay dos grandes acontecimientos. El primero es que los dos equipos que se disputan la Serie Mundial de la MLB cuentan con dos cubanos que hasta hace poco jugaban aquí: Yuli Gourriel con los Astros y Yasel Puig con los Dodgers; el segundo es que Industriales ha vuelto a jugar como lo que es, el conjunto más emblemático de nuestra pelota.
Los azules lo han hecho dirigidos nada menos que por el mentor más controvertido de este deporte en Cuba, Víctor Mesa, a quien apodan Compay Segundo porque nunca, ni con los Azucareros ni con los Cocodrilos, pudo pasar del sitio plateado del campeonato.
Se habla tanto de pelota que hasta en los medios oficiales se menciona a los que ayer mismo eran llamados traidores, como Puig y Gourriel
Los Dodgers de Los Ángeles se han llevado seis Clásicos de Otoño. El último fue en 1988 y ahora vuelven a discutir el trofeo dorado con dos cubanos destacados en sus filas, Puig y Yasmani Grandal. En los Astros de Houston, que nunca se han coronado, brilla Gourriel, que no pocos consideran el pelotero cubano más completo de la última década.
A día de hoy, los de Houston van ganando 3-2 un torneo repleto de emociones y sorpresas que enloquece a los fanáticos de los Dodgers en el oeste y a los de los Astros en el este, así como a la afición estadounidense en general. Y a la nuestra, que hace suyo ese clásico otoñal como también, de nuevo, el clásico nacional.
Se habla tanto de pelota que hasta en los medios oficiales se menciona a los que ayer mismo eran llamados traidores, como Puig y Gourriel. También se los elogia, pues son producto del sistema deportivo revolucionario, que se muestra ahora capaz de abastecer el mercado del mejor béisbol del mundo, aunque -argumentan- las leyes de EE UU dificultan la normalidad de ese surtido.
Se ha informado, además, en la prensa y la televisión cubanas, de la reciente sanción que se ha impuesto a Víctor Mesa por una falta disciplinaria que no se describe, pero que se intuye y no sorprende a nadie después de ver cómo volvía a mostrarse muy exaltado en los últimos juegos. De nuevo lo ausentan de una subserie.
Las cámaras habían captado el momento en que el cubano se llevó los dedos al costado de los ojos, diciendo "chinito"
Esas voces oficiales, empero, eluden hablar de un hecho parecido muy comentado por medios extranjeros: la sanción que ha recibido precisamente Yuli Gourriel por un gesto racista que hizo dirigido al lanzador japonés Yu Darvish, a quien había acabado de batear un jonrón en el tercer juego.
Las cámaras habían captado el momento en que el cubano se llevó los dedos al costado de los ojos, diciendo "chinito". Aunque se disculpó en público, aseguró respetar a Darvish y no haber pretendido ofenderlo, y a algunos les parece "normal" un trato que en Cuba se da a todos los asiáticos, Gourriel reconoció que había estado contratado en Japón y sabía que allá aquello era considerado un insulto.
Su organización se mostró disgustada con la conducta del estelar primera base y slugger, pese a lo mucho que había ayudado a que el equipo llegara a donde está, y su presencia en el terreno de juego ha sido suspendida durante los cinco primeros partidos de la próxima temporada, lo que le impide ganar más de un cuarto de millón de dólares. También debe matricularse en un curso para aprender a comportarse socialmente.
Por supuesto que Gourriel no es un caso único. Recientemente dos jugadores de la MLB que profirieron insultos homofóbicos fueron sancionados. Pero uno se queda con dudas. Hace poco, el subdirector de Granma, Oscar Sánchez Serra, aseguró: "Yo escuché decir al propio Yulieski que lo que traía lo traía de Cuba. Y la verdad es que no puede decir otra cosa".
Oscar Sánchez Serra: "Yo escuché decir al propio Yulieski que lo que traía lo traía de Cuba. Y la verdad es que no puede decir otra cosa"
Por fin los medios oficiales comentan algo, pero seguro que achacarán toda culpa al propio jugador. "Lo que trajo" de Cuba fueron las habilidades que le inculcaron los entrenadores. Ese gesto racista es un problema de él. En el país más culto del mundo no se enseñan esas cosas.
Es un caso similar al que ocurre con las continuas indisciplinas y ofensas que comete VM32 contra árbitros, jugadores y aficionados. Su maletín. Si pierde dinero por la subserie de sanción no será mucho. Como él mismo se ha quejado, le pagan un sueldo muy bajo. No hay recursos para más. Ni tampoco para imponerle ningún curso capitalista que le enseñe a comportarse en sociedad.