Los médicos rebeldes de Holguín: Manuel Guerra y otros
Los sanitarios estallaron contra Marrero, especialmente en Holguín, que aquel agosto vivía sus horas más tensas por el covid-19
La Habana/La niña bonita del Gobierno, la Sanidad, le ha dado el dolor de cabeza del año al castrismo. Más contra las cuerdas que nunca, por la ola de covid-19, el Sistema Público vivió su momento más inquietante en verano cuando el primer ministro Manuel Marrero tuvo la ocurrencia de decir que el alza de contagios en Cienfuegos tenía entre sus causas la "dejadez" de los trabajadores sanitarios.
Quemados por el trabajo acumulado, las guardias interminables, las horas extraordinarias impagadas y el estrés de estar expuestos al covid sin material suficiente para protegerse, los sanitarios estallaron contra el primer ministro, especialmente en la provincia de Holguín, que aquel agosto vivía sus horas más tensas. Más de una veintena de médicos hicieron circular videos denunciando el colapso del sistema y protestando contra las críticas del alto funcionario.
Entre ellos estaba Manuel Guerra, uno de los médicos que respondió al primer ministro cuando responsabilizó al personal de Salud por las constantes quejas de los pacientes. "Marrero, ¡cuánta indignación! ¡Cómo va a culparnos a los médicos de sus barrabasadas!", escribió.
Manuel Guerra ya había estado en las protestas del 11 de julio y se sumó al colectivo Archipiélago. Sus críticas al sistema le valieron el puesto de trabajo que tenía en Holguín, que perdió en octubre, cuando se le comunicó que sería desplazado. Un año antes, había salido en defensa de su colega Alexander Raúl Pupo Casas, que fue difamado por publicar su opinión crítica sobre la situación política en la Isla y renunció a su puesto de trabajo en el hospital Ernesto Guevara de Las Tunas.
También por motivos ideológicos fue expulsado este año Alexander Jesús Figueredo Izaguirre, que en abril recibió una resolución que le comunicaba la decisión por causar un "daño moral al sector".
Al Gobierno le costó mucha tinta calmar a sus leales servidores y durante las semanas posteriores a la tormenta veraniega dedicó múltiples artículos en la prensa oficial, además del espacio virtual y en redes sociales, a elogiar a los héroes de batas blancas tras la monumental metedura de pata de Marrero.
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