Unas 400 gallinas mueren ahogadas por el temporal en Artemisa
Ya en 2023 la empresa avícola de esa provincia redujo su producción de huevos de 185 a 105 millones de unidades
La Habana/La Empresa Avícola de Artemisa reporta este lunes la muerte de unas 400 aves en la unidad de Ciro Redondo, debido al temporal que azotó las provincias occidentales este fin de semana. El mal estado de los techos de las naves, que se desprendieron por los fuertes vientos, causó que entrara agua a los criaderos y parte de los animales se ahogaran, explicó la prensa oficial.
Según declararon a El Artemiseño las autoridades de la provincia, “debido a las fuertes lluvias y el mal estado de los techos de las naves, fue imposible evitar que algunas aves se mojaran”. Los mayores daños se reportan en la unidad José Martí, donde cinco de las instalaciones tienen agujeros en los techos, se perdieron cerca de 500 tejas de zinc y “se reportan perjuicios a las estructuras de acero”.
Los mayores daños se reportan en la unidad José Martí, donde cinco de las instalaciones tienen agujeros en los techos
“En estos momentos, los trabajadores de la avícola artemiseña se encuentran en la fase de recuperación de las tejas que volaron dentro y fuera del perímetro de las unidades”, añadió el medio.
Pese a que las autoridades no ofrecieron datos que permitan hacer balance del desempeño de la industria avícola en la provincia, la pérdida de varios centenares de aves no puede ser una buena noticia para una empresa que, a finales de 2023, reportaba una caída de 80 millones de huevos respecto a la producción de 2020, cuando lograron 185 millones.
“Tenemos 80 millones de huevos menos, de ellos, 50 millones por tener menos gallinas, y el resto por la baja eficiencia producto a que más del 70% de las aves en Artemisa están en su segundo ciclo de productivo, y son más ineficientes”, contaba entonces a Cubadebate Luis Alberto Hernández Blanco, director de la empresa.
La producción también se vio afectada, según Hernández Blanco, en los meses de julio y agosto, cuando “casi llegó a cero el consumo de alimento” de las aves y “la empresa bajó de 62% de postura a casi un 16%”. “De 300.000 huevos diarios llegamos a 17.000”, recordaba, y aunque la empresa logró reponerse, no recuperó el nivel que tenía antes de la crisis.
La irregularidad en las entregas de materia prima, la baja calidad de los piensos para alimentar a las gallinas y las dificultades incluso en la elaboración de las bases de cartón son los peores problemas que enfrenta la industria no solo en Artemisa, sino a nivel nacional.
Un crédito de 4 millones de pesos concedidos por el gobierno provincial el año pasado demuestra lo que la industria podría lograr con el apoyo del Estado
Un crédito de 4 millones de pesos concedidos por el gobierno provincial el año pasado demuestra lo que la industria podría lograr con el apoyo del Estado: en poco tiempo las unidades adquirieron mejores piensos, lo que elevó las posturas un 70% y la empresa vendió casi 4 millones de cartones solo en la ciudad cabecera. No obstante, lejos de potenciar la producción nacional, célebre por sus gallinas “deprimidas” y “decrépitas”, el Gobierno decidió importar huevos colombianos.
Luego de comenzar las negociaciones el pasado julio y tras aprobar las certificaciones sanitarias en diciembre, el Instituto Colombiano Agropecuario envió a inicios de marzo el primer lote de huevos a Cuba: dos contenedores, de 40 pies con 17.280 cajas de 30 unidades –518.400 huevos en total–. El Estado no se ha pronunciado sobre la compra de este producto, ni el precio que tendrán en el mercado cubano, donde los huevos que llegan a las mesas de los cubanos son los racionados por las bodegas, cinco al mes por persona.
En el mercado informal, donde la inflación y el hambre ponen las reglas, el cartón de 30 huevos ronda los 3.000 pesos, una cifra por encima del salario mensual medio.