"Compren ahora, a partir de enero valdrá el triple"

La Habana/Las miradas de varios clientes se desplazan sobre el amplio catálogo de series, películas y documentales de Manuel, un emprendedor que ofrece copias piratas de las más actualizadas producciones audiovisuales del planeta. "Compren ahora, que a partir del 1 de enero esto vale el triple". Su lema comercial logra el efecto deseado en las ventas de este diciembre.

En el listado de Manuel hay de todo, incluso las novedades de Netflix como Gambito de dama, la más reciente temporada de La lista negra, Selena, Sangre de Zeus y demás materiales audiovisuales que gracias al "copia y pega" en la Isla se consumen casi a la vez que se publican en plataformas de streaming internacionales.

Manuel tiene un puesto en la céntrica calle Monte, una deteriorada arteria habanera con balcones a punto de colapsar y un tráfico endemoniado. Lleva allí más de diez años y dice haber vivido las "duras y las maduras" en su local con CD, DVD y copia de filmes y series. "Yo creía haberlo visto todo pero lo de este diciembre no tiene nombre", reconoce.

"Yo creía haberlo visto todo pero lo de este diciembre no tiene nombre"

El pasado domingo, Marino Murillo Jorge, el jefe de la denominada Comisión de Implementación de los Lineamientos del Partido Comunista, aseguró en los medios oficiales que "los precios de los bienes y servicios que ofertan las formas no estatales del país también subirán", debido a la unificación monetaria pero no deben ser "especulativos ni abusivos".

El llamado zar de las reformas en Cuba aseguró que el proceso de ordenamiento económico que comenzará en enero de 2021 "lleva implícito un incremento de los precios porque suben los costos y se encarecen las importaciones, y en el caso de los trabajadores por cuenta propia no se ha dicho que deba ser diferente".

"El diseño es que el precio de los bienes y servicios de este segmento suban hasta tres veces y no más porque a pesar del incremento de sus costos la carga tributaria le va a bajar", añadió. Sus frases han bastado para que los particulares se ajusten a ese triple como un mantra.

"Si él lo dice, pues allá vamos", reflexiona un vendedor de turrones y dulces de la calle Tulipán, en La Habana. "Aquí, hemos subido en los últimos dos meses la bolsa de pan de 25 CUP a 35 pero no podemos sostener ese pequeño incremento. Con la subida de la materia prima es posible que el producto se acerque a los 75 CUP a inicios del próximo año", cuenta a 14ymedio.

Otros se sienten contra las cuerdas porque aunque los costos de su gestión se tripliquen por el pago de los productos básicos y otros renglones, saben que una tarifa triplicada no les permitirá encontrar clientes. "Esta habitación con entrada independiente y muy confortable la alquilo a 25 CUC la noche y la mayoría de mis clientes eran turistas extranjeros", detalla Dania Pineda, propietaria de una casa con varios cuartos para rentar en El Vedado.

"Con la subida de la tarifa eléctrica y el probable aumento de productos básicos como el jabón, el papel sanitario, la pasta dental y otros que tengo que garantizar a los clientes, ¿a cuánto tengo que poner el cuarto para ganar algo?", se cuestiona. La cifra resultante no es competitiva a su juicio. "Cuando le diga al cliente que tiene que pagar el equivalente a 75 dólares la noche me dirá que mejor se va a un hotel".

"Con la subida de la tarifa eléctrica y el probable aumento de productos básicos como el jabón, el papel sanitario, la pasta dental y otros que tengo que garantizar a los clientes, ¿a cuánto tengo que poner el cuarto para ganar algo?"

"Hoy compré una ristra de cebollas en 25 CUC, más de 600 pesos cubanos, pero tuve suerte porque el hombre que las llevaba me dijo que eso era un precio especial por Navidad y que para 2021 iba a ser mucho más cara", comenta a este diario Isadora González, una maestra jubilada que apoya su pensión con la ayuda de dos hijos emigrados. "Esto me recuerda los años en que yo era joven, era la década del 70 después de la Zafra de los Diez Millones", uno de los fracasos más estrepitosos de Fidel Castro.

González evoca con ironía el nombre que popularmente le dieron a 1971, los meses posteriores a que la meta azucarera no se cumpliera y el país se hundiera en una profunda crisis económica: "Hasta ese momento, cuando un año estaba malo le decían que no había 'ni dónde amarrar la chiva'; como todo quedó tan destruido entonces lo nombraron 'el año de la chiva suelta'".

Pero decir chiva en estos momentos en Cuba solo trae dos cosas a la mente: los delatores de la policía política apodados así por la población y la deprimida industria agropecuaria, caída en desgracia por el centralismo, la falta de alimento animal, los vaivenes climatológicos y el desgano de los productores que no ven incentivos económicos en producir más.

Las ofertas de habitaciones en la playa, las cenas en restaurantes, los envíos a domicilio y hasta los dispositivos electrónicos, todo parece llevar un precio con inminente fecha de caducidad. El 1 de enero es el fin de una etapa. Ese mismo día todo puede pasar con los precios, aunque ya muchos vaticinan que amanecerá con "una pizza al triple de lo que cuesta hoy".

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