La agudización de la crisis económica y la caída del turismo paralizan el mercado informal de divisas
El informe de noviembre del OMFi prevé que el dólar se mantendrá a corto plazo entre 319 y 335 pesos
Madrid/En contraste con el incesante intercambio de mensajes en las redes sociales sobre el mercado informal de divisas en Cuba, el número de transacciones se mantiene a la baja y esto explica la estabilidad inesperada de la tasa de cambio. Los anuncios diarios de oferta y demanda en docenas de grupos de Facebook es incontable y lo mismo ocurre en los canales de Telegram.
Se venden dólares, euros y moneda libremente convertible, a través de Zelle o de manera presencial, con garantías de seriedad, transporte incluido y, cada vez más, en criptomonedas. Se ofrece, incluso, empleo para gestionar las operaciones en algunas provincias.
La rueda sigue imparable a pesar de la caída de la rentabilidad. Los vendedores de divisas siguen ganando dinero, un 1,65% para el dólar y un 1,49% en el caso del euro, pero el margen se ha reducido en los últimos meses por la estabilización del mercado informal de divisas. La moneda estadounidense atravesó desde agosto el mayor parón desde que el medio El Toque realiza su monitorización: 59 días a 320 pesos el dólar.
Los vendedores de divisas siguen ganando dinero, un 1,65% para el dólar y un 1,49% en el caso del euro, pero el margen se ha reducido en los últimos meses
Como había previsto el Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (OMFi), dirigido por el economista cubano residente en Colombia Pavel Vidal, la tasa de cambio se elevó mínimamente hacia finales de octubre y cerró el mes en 325. Desde entonces, los movimientos tampoco han sido significativos: el 3 de noviembre subió a 326, dos días después a 327 y desde el pasado día 12 se mantiene en 328, una estabilidad cuyas razones pueden no ser nada buenas.
“La agudización de la crisis económica en 2024 ha tenido un efecto paralizante sobre el mercado informal de divisas. El menor volumen de turistas, importaciones y, en general, la caída de la actividad económica en todos los sectores ha llevado a una contracción de la oferta y la demanda de divisas”, señala Pavel Vidal en el nuevo boletín mensual del OMFi, que augura continuidad a la situación actual. "En agosto la oferta y la demanda de USD cayeron más de un 40% (en comparación con el mes anterior); en septiembre la contracción del volumen de operaciones en el mercado informal del USD fue de más de un 50% como promedio; en octubre fue del 25% como promedio".
Por primera vez desde que el observatorio emite estos boletines, las previsiones contienen tanta certeza como incertidumbre, ya que, si bien los expertos consideran que la variación será ínfima casi con total seguridad, es impredecible si el movimiento puede ser de caída.
“Los modelos de pronóstico, al considerar la situación actual del mercado, vuelven a sugerir que las tasas variarían en noviembre dentro de un rango acotado”, augura el informe. “Los modelos, sin embargo, difieren en la dirección, algunos le otorgan una mayor probabilidad a un escenario en el cual se produciría una ligera corrección al alza en el valor de las tasas (escenario máximo) y otros estiman una ligera corrección a la baja (escenario mínimo)”.
“Los modelos de pronóstico, al considerar la situación actual del mercado, vuelven a sugerir que las tasas variarían en noviembre dentro de un rango acotado”
Según estos cálculos, el próximo 30 de noviembre el mes cerrará con tasas de entre 319 y 335 pesos por 1 dólar, 336 y 351 pesos por 1 euro y 270 y 281 pesos por 1 MLC, según se atengan a un escenario de mínimos o máximos.
Vidal repasa la evolución de los últimos 30 días para contextualizar el panorama cubano y concluye, como resulta evidente, que “el mes de octubre ha sido especialmente aciago para la economía cubana. Las malas noticias se acumulan, una tras otra”. El experto, que menciona las dos desconexiones totales del Sistema Electroenergético Nacional (SEN), considera que este suceso “no se puede considerar sorpresivo o aislado”.
El economista recuerda que el “desgaste” del sector eléctrico es fruto de una evolución constatada en los últimos años que ha derivado en una incapacidad constante para producir la energía demandada, con déficits de entre el 20% y el 40% de manera habitual. La consecuencia directa, más allá del sufrimiento personal de la ciudadanía, es el declive de la economía por un “impacto sobre la actividad productiva [que] es devastador”.
Además, Vidal tiene claro que a esta situación se ha llegado como fruto de la nula inversión en el mantenimiento y modernización del SEN durante más de una década “en contraste con los abultados presupuestos destinados a la construcción de hoteles carísimos que permanecen vacíos”, una apreciación en la que coincide con su colega Pedro Monreal y muchos otros economistas. A ello se suma, la falta de divisas para adquirir crudo, unida a la reducción de los envíos de Venezuela. “En su conjunto, estos son síntomas de agudos problemas financieros y visibles carencias institucionales”, agrega.
“En su conjunto, estos son síntomas de agudos problemas financieros y visibles carencias institucionales”
Se suma a la situación un mes más de desastre en el sector turístico, con el paso de los ciclones Rafael y Oscar, cada uno afectando a una zona de la Isla –y dando al traste con una Feria Internacional de La Habana que tampoco parecía discurrir entre grandes anuncios–, y, “por si fuera poco”, dos terremotos.
“Mientras más se dilata el proceso de recuperación, menores resortes van quedando para impulsar la producción de bienes y servicios”, lamenta Vidal en un informe que solo contempla una buena noticia relativa, la resolución publicada en noviembre para regular el comercio exterior de los privados, que no contiene “los anuncios más dañinos” que esperaban algunos.
El informe también menciona el próximo regreso de Donald Trump a la Casa Blanca tras ganar las elecciones del pasado 5 de noviembre. “Para el Gobierno cubano estas no son buenas noticias. Durante su primera Administración se adoptaron varias medidas que reforzaron sanciones, lo que afectó negativamente el desempeño económico”, considera el especialista que pide, en todo caso, prudencia, ya que considera que “es muy pronto para determinar el posible curso de acción y las implicaciones financieras para la economía cubana”.