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Las autoridades cubanas admiten que "la economía decrece y no se logra reimpulsarla"

Diaz-Canel y Marrero achacan a los ministros de Economía y de Finanzas su "cuota de responsabilidad"

Manuel Marrero y Miguel Díaz-Canel durante una reunión con otras autoridades. / Estudios Revolución
14ymedio

26 de febrero 2025 - 15:55

Madrid/Joaquín Alonso Vázquez cumplió a principios de este mes su primer año en el cargo de ministro de Economía y Planificación, donde llegó tras la destitución de Alejandro Gil, presuntamente acusado y detenido por corrupción. El ex presidente del Banco Central de Cuba asistió este martes a la reunión de balance de su área, en la que se llevó una discreta pero contundente reprimenda, la misma que tocó a su compañero Vladimir Regueiro Ale, ministro de Finanzas y Precios, en su respectiva cita.

La economía va mal y así lo reconocieron sin ambages Miguel Díaz-Canel y Manuel Marrero, que recalcaron que ambos departamentos tienen su “cuota de responsabilidad”, según indica la prensa oficial, que incluso titula –en el oficialista Cuba SíLlaman a diseñar un Ministerio de Economía acorde a los tiempos. 

El primer ministro dijo, literalmente, que “los resultados muestran que la economía decrece y no se logra reimpulsarla”. A continuación, instó a “rediseñar cómo se debe controlar el avance de la economía y maximizar lo que puede hacerse”. Ideas no han faltado sobre cómo podría la Isla recuperarse de la crisis, no solo desde fuera, sino desde el propio corazón de la Revolución, pero, abonado al inmovilismo, el Gobierno ha preferido hacer mínimos e insuficientes cambios, cuando los ha hecho.  

Alonso Vázquez explicó que en 2024 se crearon 87 mipymes y 32 empresas filiales, pero que los “efectos previstos en las medidas diseñadas no se cumplieron”

Marrero exhortó a Alonso Vázquez a elaborar un programa “en correspondencia con los macroprogramas y con el Plan Nacional de la Economía”, derivando su propia responsabilidad como jefe de Gobierno en sus ministros, en un país en el que el margen de decisión de ese cargo es prácticamente inexistente. 

Alonso Vázquez explicó que en 2024 se crearon 87 mipymes y 32 empresas filiales, pero que los “efectos previstos en las medidas diseñadas no se cumplieron”, algo de lo que habían advertido infinidad de expertos en el momento en que fueron aprobadas. 

Entre lo que no se logró, citó el ministro, estuvieron la recaudación de divisas, la falta de financiamiento para la actividad industrial y la productividad, que no alcanza para cubrir la demanda de la canasta. Ya lo dijo uno de sus antecesores, el ministro de la dolarización José Luis Rodríguez, cuando la pasada semana alertó de que el 100% de los productos incluidos en ella deben importarse.

“Es primordial establecer medidas compensatorias, incentivar la búsqueda de financiamiento, además de incluir los elementos de economía circular, tan necesaria en estos tiempos”, subrayó Díaz-Canel, que hizo hincapié en que el país está inmerso en una economía de guerra.

Los dirigentes también insistieron en una idea que, en los últimos años han considerado de especial relevancia: la descentralización, que debe extenderse a todos los niveles Precisamente, el economista Pedro Monreal reflexionaba sobre esta idea a partir de la emisión del programa Cuadrando la caja en el que se habló de mipymes estatales y privadas, así como de la traída y llevada autonomía empresarial. 

“Lo que necesita el tejido empresarial estatal no es ‘mayor descentralización y autonomía’ dentro de un esquema de planificación centralizada, sino prescindir de tal esquema. Lo que es ‘añeja’ es precisamente la ilusión ‘salvadora’ de una descentralización/autonomía”, escribió en su cuenta de X.

“Lo que necesita el tejido empresarial estatal no es ‘mayor descentralización y autonomía’ dentro de un esquema de planificación centralizada, sino prescindir de tal esquema"

Alonso Vázquez prometió, en cambio, que se impulsará “la implementación de funciones y facultades hacia los municipios”, además de vigilar “los esquemas de financiamiento en divisas, así como los incrementos productivos” y “transformar el sistema de control”, tanto externo como interno. El ministro también dijo que trabajará “en la transformación integral de la empresa estatal socialista y en su vínculo con los actores económicos”, a la espera de la anunciadísima ley de la empresa estatal que no acaba de llegar, y “se fomentará la creación de mipymes, con énfasis en las de alta tecnología”, en pleno frenazo al sector privado.

En la nada quedó también la cita con el Ministerio de Finanzas y Precios, donde hubo –como es habitual– más datos del desastre que soluciones prácticas. Díaz-Canel pidió en ese encuentro poner coto a la corrupción y más transparencia a la hora de detallar a la población cuál es el destino del presupuesto estatal, algo que, como ha abordado ampliamente este diario, se limita a un breve desglose en gráficos de las grandes partidas, pero sin detalle de cada una. 

El mandatario espetó que el organismo “está lejos de lo que puede lograr” y elevó una larga lista de peticiones que van en sentido completamente contrario a su acción de Gobierno en los últimos meses. En ese sentido, citó expresamente que es preciso erradicar las desigualdades, que no han hecho sino crecer desde que tomó las riendas del país, ahondando la brecha entre quienes reciben remesas y quienes no, con las tiendas en moneda libremente convertible primero y en dólares ahora, decisiones que ha tomado su gabinete.

Díaz-Canel, dice textualmente Granma, “insistió en la transformación digital, la bancarización y la inteligencia artificial como pilares para alcanzar mayor eficiencia en el contexto demográfico actual”. Es en un medio más minoritario, Cuba Sí, donde se ve la situacióncon otra crudeza, puesto que el dirigente expresó en la reunión del ministerio de Economía la misma idea: que la cuestión va más allá de la modernización, y que “ante la imposibilidad de completar las plantillas de fuerza de trabajo se requiere recurrir a la transformación digital”.

Tanto él como Marrero instaron al departamento de Regueiro Ale a esforzarse por bajar los precios, algo que, a juzgar por las palabras –de reproche– elegidas consideran que no ocurre porque no se siguen las indicaciones del Gobierno. “El Ministerio de Finanzas y Precios tiene una gran responsabilidad en la implementación del Programa de Gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”, avisaron los dirigentes, que advirtieron: “no se puede pasar una semana sin mejorar en los resultados de la anterior”.

Un dato que se coló en ese encuentro fue el elevadísimo índice de evasión fiscal. Más del 65% de los actores económicos, obligados a tener una cuenta fiscal, carecen de ella o, directamente, no hay movimientos. “Esa evasiva, además de grandes pérdidas monetarias, es una burla a los deberes establecidos”, sentenció Marrero.

Más del 65% de los actores económicos, obligados a tener una cuenta fiscal, carecen de ella o, directamente, no hay movimientos

El primer ministro tuvo más palabras duras para el Ministerio. Dijo que “casi nadie respeta las fichas de costo, ni cumple lo acordado por las comisiones de concertación de precios de los territorios. En el caso de la gastronomía, las cifras solicitadas a cambio de los productos carecen de cualquier justificación”. Y aunque reconoció lo positivo de la bajada del déficit fiscal, verbalizó la evidencia: no se traduce en una mejor calidad de vida del pueblo. 

El primer ministro mostró preocupación por el rigor en la contabilidad de las entidades, razonó sobre la inefectividad de las medidas en torno a los aranceles, y orientó a las empresas asegurarse ante las adversidades, para disminuir la dependencia del Presupuesto estatal.

Marrero ya había tenido un trago que soportar en la reunión dedicada al turismo, que se celebró el lunes. A la espera de conocer el dato de llegada de viajeros internacionales este enero –que se promete malo para el que suele ser el mejor mes del año– el primer ministro admitió que la situación es “muy compleja” y cerró los datos de 2024, cuando hubo 2.203.000 visitantes, un 71,1% de lo previsto, y el 90,4% de lo alcanzado en 2023.

Entre las causas, el mandatario señaló la “situación económica financiera que atraviesa el país, las campañas mediáticas contra el sector para desestimular los viajes vacacionales a Cuba, la ocurrencia de eventos naturales y la desconexión en varias ocasiones del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) previo a la temporada alta, así como la permanencia de numerosas medidas del Gobierno de Estados Unidos contra la Isla”.

¿La receta? Una dosis de voluntarismo, porque “ante las actuales dificultades –dijo– no podemos limitarnos solo a resistir, sino que tenemos que salir de ellas combatiendo”.

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