El Banco Central de Cuba publica una lista de bancos extranjeros para evadir el "bloqueo"

La Habana/La urgencia de atraer divisas a la Isla ha hecho que el Banco Central de Cuba insista en la posibilidad de enviar remesas a través de una serie de bancos "corresponsales" que no estén afectados por las prohibiciones decretadas por EE UU, el pasado octubre, de hacer negocios con las compañías controladas por los militares de la Isla.

Así, reiteran que los bancos cubanos Metropolitano, Popular de Ahorro y Bandec (Banco de Crédito y Comercio) pueden ser receptores de dinero a través de varias entidades, la mayoría españolas, que ejercen de intermediarias para retomar el flujo de remesas.

Las tres instituciones financieras pueden recibir los envíos de las instituciones financieras siguientes: los españoles BBVA, Sabadell, Caixabank, Cecabank y Abana, el National Bank of Canada, el sueco Nordea Bank Sweden AB, el inglés Havin Bank Limited, los italianos Intensa de SanPaolo y Banca Monte dei Paschi di Seina, el alemán Banco do Brasil y el turco Aktif Yatirin Bankasi.

Las autoridades quisieron dejar claro que no hay límites de dinero para las entregas en concepto de remesas, y que podrán ir destinadas a las cuentas en pesos o en moneda libremente convertible

Las autoridades quisieron dejar claro que no hay límites de dinero para las entregas en concepto de remesas, y que podrán ir destinadas a las cuentas en pesos o en moneda libremente convertible, cuyas tarjetas sirven para comprar en tiendas en divisas. Además, advirtieron de la importancia de asegurarse de los datos del receptor y que éste verifique haber recibido el saldo a favor mediante algún canal de pago electrónico.

Estos bancos ya podían dar ese servicio, pero la prensa oficial lo pone en conocimientos de todos después de que las "disposiciones genocidas de la Administración de Donald Trump" convirtieran a los emigrados cubanos "en los únicos en el mundo que no pueden permitirse este tipo de ayuda con sus familiares". La nota abunda en lo que califica de "insistencia del Gobierno de Estados Unidos en dañar al pueblo cubano".

Desde que EE UU prohibió el depósito de remesas en compañías controladas por los militares cubanos, el Gobierno ha culpado no solo a Washington sino también a Western Union, asegurando que no podía organizar "soluciones alternativas" en los 30 días que se le dieron de plazo, ya que la disposición entró en vigor a finales de noviembre.

El Departamento de Estado, sin embargo, insistió en que la responsabilidad estaba en manos de La Habana, que debía habilitar algún canal distinto a la sancionada Fincimex, subsidiaria del Grupo de Administración Empresarial (Gaesa), controlado por el poderoso general de brigada Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, exyerno de Raúl Castro, y quien fue sancionado el 30 de septiembre pasado por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac).

Las remesas suponen la segunda fuente de ingresos para el Gobierno cubano, por detrás de la venta de servicios médicos, aunque en 2020 han sufrido una caída de más del 50%.

Según un reporte de The Havana Consulting Group, el envío de remesas en efectivo y en mercancías pasó de 6.616 millones de dólares en 2019 a 2.967 millones en los 11 primeros meses de 2020, algo atribuible al impacto de la pandemia del coronavirus, que obligó al cierre de los aeropuertos cubanos durante casi ocho meses y "cortó", en consecuencia, el "flujo de la principal pasarela" de envío de remesas a la Isla: los vuelos de Estados Unidos a Cuba, señaló Emilio Morales, presidente de la consultora.

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